Básicamente para hacer un bizcocho lo que hay que tener en cuenta son las proporciones de ingredientes, según sean sólidos, líquidos o grasas respecto a los huevos.
La regla general es poner 50 g de harina, 50 g de azúcar y entre 15-20 ml de líquidos (agua, leche, aceite…) por huevo para los bizcochos sencillos esponjosos. Con estas indicaciones podemos hacer un bizcocho a nuestro gusto, personalizado con nuestro sabor preferido.
Para el bizcocho de lima bajé un poco la cantidad de azúcar por la glasa que lleva, y también bajé la cantidad de harina para compensar la almendra molida.
Ingredientes:
4 huevos
180 g de azúcar
160 g de harina
60 g de almendra molida
10 g de impulsor (royal)
80 g de mantequilla cocida
sal
2 limas
150 g de azúcar glas.
Rallamos las limas y exprimimos el zumo. Reservamos.
Para este tipo de bizcochos densos me gusta tamizar dos veces los elementos solidos (harina, impulsor, almendra molida). Una primera vez al principio, una vez pesados y la segunda al añadirlos a la masa.
Separamos las yemas de las claras. Montamos las claras junto con una pizca de sal.Cuando están espumosas añadimos la mitad del azúcar y seguimos montando hasta que estén bien subidas, añadimos la ralladura de las limas y mezclamos con espátula.
Reservamos.
En otro bol blanqueamos las yemas con la otra mitad de azúcar hasta que estén espumosas y hayan triplicado el volumen.
En este punto podríamos seguir añadiendo el resto de ingredientes a las yemas (así se hace en bizcochos ligeros) pero nos quedaría una masa muy dura y necesitaríamos poner parte del merengue para igualar texturas, con lo que perderíamos parte del aire de las claras.
Yo prefiero juntar claras y yemas (ambas montadas) y después poner la harina y almendra tamizada y mezclar con movimientos envolventes y de abajo a arriba. Por ultimo ponemos la mantequilla fundida.
Pasamos la masa al molde forrado de film o encamisado con mantequilla y harina.Cocemos en horno precalentado a 170º. Bajando a 165º al meter el molde. Tardará unos 45 minutos, pero eso dependerá del horno, del tamaño y forma del molde. Cuanto mayor diámetro menos tiempo.
Se comprueba que esté cocido calándolo con una aguja, saldrá limpia cuando esté listo.
En la mayoría de recetas que he leído recomiendan desmoldar y dejar enfriar sobre una rejilla. Esto puede que esté bien para unas galletas, pero para que los bizcochos queden jugosos me gusta más envolverlos en film y dejar que enfríen y si no son para usar en el momento o son para una tarta, una vez fríos directos al congelador.
En este caso era un bizcocho para tomar como tal, por lo que una vez frío, lo saque del film y lo cubrí con una glasa de lima.
Para hacer la glasa, se pone el jugo de las limas en un cuenco y se va añadiendo azúcar glas y mezclando con una cuchara hasta que tengamos una cobertura a nuestro gusto. Usé sobre 150 g de azúcar para tres cucharadas de zumo.
Se vuelca la glasa sobre el bizcocho, en el centro y se deja que vaya cubriendo toda la superficie. Acabe con una ralladura de lima.
Espero que os guste.