Normalmente estos rollos de patata los hago durante el año con bacalao desalado, pero en temporada de bonito aprovecho para hacerlos con bonito fresco (podrían hacerse con bonito en conserva, natural o en aceite).
Están a medio camino entre un pastel de patata y unas croquetas. Con la ventaja de que no llevan horno y que son más fáciles y rápidos de hacer que las croquetas de besamel.
Pueden convertirse en plato único añadiendo huevo cocido y acompañándolos con una buena ensalada ( la de pimientos asados le va genial).
Ingredientes:
Puré de patata ( 600 g.)
400 g de bonito en trozos
2 cebollas
½ kg tomate bien maduro
50 ml vino blanco
50 ml de aceite
Sal huevo batido
Harina para rebozar
Aceite para freír
Pelamos las cebollas y las picamos en juliana fina. Las ponemos a pochar a fuego lento con el aceite.
Mientras limpiamos el bonito (quitamos la piel, y las espinas) y lo cortamos en trozos no muy pequeños para que no se reseque al cocer.
Ponemos agua y sal en un cazo y escaldamos el bonito. Lo dejamos hervir unos tres o cuatro minutos. Lo sacamos escurrido y lo dejamos que enfríe hasta poder manejarlo para desmenuzar. Reservamos.
Para hacer el puré de patata podemos prepararlo de copos o con patatas. Yo lo hice con copos, con medio litro de agua y leche a partes iguales, sal y una cucharadita de mantequilla (se puede sustituir por aceite de oliva).Tiene que quedar un puré muy espeso ( para esa cantidad he puesto un sobre de cuatro raciones). Reservamos.
Cunado la cebolla esté bien pochada, ligeramente dorada, retiramos la mitad (una cebolla ) y la añadimos al puré.
Añadimos también el bonito desmenuzado, probamos de sal y sazonamos con nuez moscada pimienta o con las especias que nos gusten y mezclamos hasta que quede homogéneo.
En el resto de cebolla echamos el tomate, sal, un chorrito de vino blanco, para hacer una salsa de tomate.
Ponemos harina en una bandeja para rebozar y e n un bol batimos el huevo. Tomamos porciones del puré y los pasamos por harina dándoles forma de rollo (de un tamaño cómo para calcular tres por persona).
Los rebozamos en huevo batido y los freímos en aceite bien caliente hasta que queden dorados ( no es necesario un tiempo determinado porque todos los ingredientes ya están cocidos).
Se sacan sobre papel de cocina.
Se ponen en la fuente de servir y se acompaña con la salsa de tomate. Para quienes no gusten de los “tropezones” en la salsa se pasa por la túrmix y se le da un hervor para que pierda el aire.
Espero que os guste.