Este postre parece pensado a mi medida. Durante mucho tiempo casi no comía fruta, no encontraba el momento y si lo encontraba, me daba una pereza increíble pelarla o prepararla. Tomaba frambuesas, arándanos, cerezas, moras, fresitas… De postre prefería unas natillas, un arroz con leche o una crema, algo fundamentalmente sencillito de tomar.
Sumando uno y otro el resultado es este postre, frutas preparadas con espuma de fruta de la pasión y helado de leche merengada.
Y por esas cosas raras que nos pasa a veces, para otros o para hacer un postre no me da ninguna pereza pelar, trocear, limpiar o cocinar la fruta (tendré que hacérmelo mirar).
Es sencillo de hacer y rápido. Solo un pero, es mejor tener con quien compartirlo o lo que es lo mismo prepararlo para varios comensales,si no queremos estar una semana comiendo fruta. De todas formas he repetido varias veces, por eso veréis en las fotos distintos cacharros porque he elegido imagenes en las que mejor se ven los pasos.
Ingredientes para 4 personas
1 Mango
2 Plátanos
75 g. Arándanos
75 g. Frambuesas y/o moras
¼ de Melón
2 Kiwis
4 Frutas de la pasión
1 tarrina de ½ l. de Helado de leche merengada
1 clara de huevo
400 ml. de nata 35%
4 cucharadas de azúcar
1 cucharada de azúcar de fruta de la pasión (opcional)
Una pizca de sal.
La fruta de la pasión a veces se toma como sinónimo de maracuyá aunque son dos frutas distintas, son de la misma familia, pero la fruta de la pasión es más aromática y de sabor más intenso. Os pongo imágenes de las dos.
Para prevenir problemas y que tengáis que desperdiciar esta fruta que no es precisamente barata, no intentéis sustituir la nata por leche (se corta al momento). Tengo pendiente probar con leche evaporada, pero de momento vamos a hacerla con nata.
Pelamos y limpiamos las frutas (mango, kiwis, melón, plátanos) y las cortamos a nuestro gusto, Yo lo hice en gajos el melón, y el kiwi, en cuatro lascas el mango y el plátano en dos trozos. Lavamos los arándanos,moras y frambuesas y los secamos con papel de cocina.
Vamos con la espuma: cortamos la fruta de la pasión a la mitad y con una cucharilla sacamos la pulpa (son como burbujitas llenas de jugo y una semilla negra).
Ponemos la nata en un cazo con la mitad del azúcar y echamos la pulpa de la fruta de la pasión lo ponemos al fuego muy bajo, sin que llegue a hervir, removiendo de vez en cuando.
Sacamos a un bol la nata pasándola por un colador y deshaciendo la fruta hasta que queden solo las semillas. Removemos y dejamos hasta que quede tibia.
Batimos con las varillas la nata para airearla un poco y la mezclamos con la clara batida, batiendo ligeramente la mezcla.
Repartimos la espuma en los platos (hondos o de pasta), colocamos la fruta a nuestro gusto y una bolita de helado (suelo prescindir del helado, sobre todo en invierno).
Listo el postre para ir a la mesa. ¡Y a disfrutar!
Espero que os guste.