Esta zanahoria confitada, o más bien caramelizada, podría tomarse sola, pero la uso para acompañar al bizcocho de zanahoria, tarta americana de zanahoria o para decorar pasteles. Por eso prefiero ponerla en una entrada independiente.
Es una receta de Emilio Vidal, de confitería Vidal de Avilés, que la preparó en el último curso de repostería.
Es muy sencilla de hacer y podemos conservarla semanas en una lata hermética.
Ingredientes:
550 g. de zanahoria rallada bien escurrida.
450 g. de azúcar.
100 g. de agua.
Se ralla la zanahoria y se escurre bien poniéndola entre dos coladores o apretándola con la mano.
Se hace un almíbar con el agua y azúcar y se cuece hasta los 115º.
Se echa la zanahoria y sin dejar de remover se cuece hasta que esté caramelizada y sin caldo.
Se echa sobre un papel de cocina o sobre una lámina de teflón y se extiende en montoncitos ayudándonos de dos tenedores. Se deja enfriar.
Se pasa a una rejilla para que acabe de secarse y esté crujiente.
Si no se usa en el momento o si nos sobra la guardamos en una lata hermética envuelta en un papel de seda.
Espero que os guste.