Los bizcochos clásicos, con huevos, harina, azúcar, y una parte grasa (nata, mantequilla o aceite), son sencillos y muy fáciles de hacer. Al final son los que más éxito tienen.
Para darles un aire distinto basta con añadir un aroma, o ponerles una glasa o las dos cosas a la vez, como es el caso de este bizcocho.
Ingredientes:
4 huevos
200 g de harina
200 g de azúcar
2 limas
125 g de mantequilla = 80 g mantequilla clarificada
10 g de impulsor
Una pizca de sal
Para la glasa:
Zumo de lima
200 g de azúcar glas
Ponemos la mantequilla a fundir a fuego bajo. Colamos y dejamos entibiar.
Rallamos la piel de las limas y las exprimimos. Reservamos el zumo y la ralladura.
Separamos las claras de las yemas.
Montamos las claras con una pizca de sal y la mitad del azúcar hasta que queden espumosas sin llegar a estar muy firmes.
Añadimos la piel de lima rallada, mezclar.
Por otro lado blanqueamos las yemas con el resto del azúcar.
Mezclamos la yema con el merengue, echando la yema en hilo sobre el merengue y con una espátula de abajo a arriba con movimiento envolvente integramos.
Tamizamos el impulsor con la harina y lo añadimos a la mezcla de huevo en varias veces, tamizándola de nuevo. Mezclamos con la espátula.
Añadimos la mantequilla fundida y mezclamos. Echamos la masa en un molde untado en mantequilla.
Como vamos a volcarlo y cubrir con glasa, espolvoreamos con azúcar para que se haga una costra y no se reseque.
Horneamos a 180º unos 35 minutos. El tiempo depende del horno y de la forma del molde. Los moldes hondos tipo cake necesitan más tiempo. Comprobamos pinchando con una aguja.
Desmoldamos y mientras se enfría un poco preparamos la glasa.
Ponemos en un bol unas cucharadas de zumo y azúcar glas, mezclamos y vamos añadiendo azúcar hasta tener una glasa blanqueada y firme, pero que se deslice por el bizcocho.
Echamos toda la glasa sobre el bizcocho, en el centro, y dejamos que se extienda sobre la superficie.
No pretendemos que cubra todo el lateral del bizcocho, pero dejamos si se desborda en algún punto.
Espolvoreamos con lima rallada y dejamos secar.
Con la cobertura de glasa el bizcocho se mantiene tierno más tiempo (si le damos tiempo, que éste fue visto y no visto).
Espero que os guste.