Tengo varios frentes abiertos en el blog: las galletas decoradas, los platos de los últimos restaurantes, y las recetas cotidianas que preparo. Vamos a coger impulso y… a la galleta.
Voy a dividir el tema de las galletas decoradas en varias entradas porque del tirón no creo que haya quien lo aguante.
Para empezar decir que ésta es mi experiencia tras muchas semanas leyendo, practicando, desechando, hasta llegar a lo que me parecía aceptable.
En pleno boom de las galletas hay miles de utensilios para cada cosa, muchos innecesarios y sustituibles sin mayor inconveniente. También hay muchísima documentación publicada sobre el tema, alguna muy clara con estupendas explicaciones y orientación sobre utensilios e ingredientes.
No es ninguna lección magistral, ni creo que interese a quienes ya se dedican a hacer galletas profesionalmente.Trato de poner al alcance de todos hacer unas galletas para un regalo, para una celebración o para quienes tengan el valor de llevarselas a la boca.Éstas de nacimiento las decoró mi hija y eran las primeras que hacía.
La primera entrega: la masa, el cortado y el horneado.
Lo primero es tener prevista una balda vacía en el frigo y comprobar que entra la bandeja donde vamos a hornear las galletas. Normalmente vamos a hornear más de una tanda y es conveniente tener más de una bandeja para ahorrar tiempo y poder hornear del tirón en varias tandas.
En cuanto a la masa, la más adecuada es la de mantequilla, a la que se puede añadir cacao para hacerlas de chocolates, o colorantes si queremos hacerlas de colores.
Se puede sustituir la mantequilla por margarina, pero francamente no es lo mismo. Lo que sí es lo mismo es poner azúcar glas o azúcar blanquillo. Quizá con azúcar glas se trabaja mejor la masa y se hace más fácilmente.
No es una masa que requiera un batido especial y se puede hacer perfectamente a mano, mezclando los ingredientes. Pero si se tiene unas varillas o un procesador se puede usar y evitar mancharnos las manos.
Al no ser una masa en la que se busque airearla, no sería necesario tamizar la harina, yo la tamizo solo una vez con un tamiz grueso para evitar grumos.
Ingredientes para la masa:
250 gr de mantequilla a punto pomada (del tiempo)
250 gr de azúcar (normal o glas)
500 gr de harina de repostería
1 huevo grande
Aroma, y una pizca de sal
Se bate la mantequilla con el azúcar hasta que esté integrada la masa. Añadir entonces el huevo, la sal y el aroma elegido. Mezclar.
Ir poniendo la harina en varias veces (yo la añado tamizándola con un colador). Amasar hasta incorporar toda la harina y tengamos una masa que no se pegue a las manos.
Hacer una bola y envolver en un film. Refrigerar por lo menos 1 hora.
Sacamos la masa y la dividimos en cuatro partes (en tres si hacemos media receta).
Extendemos la masa, un trozo, con el rodillo, poniéndola entre dos films de buena calidad para que no se deformen (no me gusta hacerlo entre papeles de horno porque no son del todo impermeables y acaban absorbiendo parte de la mantequilla y líquido de la masa).
Para que quede uniforme de grosor usamos unas regletas de unos 4 mm (las venden en packs de distintos grosores).
Podemos hacer las regletas con las tapas de los tapacables. Tienen un grosor perfecto y nos cuesta 0.60 € dos trozos de 1 m, es decir sacamos regletas para dar y tomar.
Una vez extendida la masa envolvemos y metemos de nuevo al frigorífico hasta que esté bien rígida.
Repetimos con las otras porciones.
Cuando ya estén como tablas de duras, las sacamos y cortamos con el cortador elegido. (es importante usar un buen cortador para que los bordes sean nítidos y limpios).
*los recortes se amasan de nuevo y se sigue el proceso otra vez. Así hasta que terminemos la masa. Para aprovechar al máximo la lámina, sobre todo cuando es una galleta muy grande, se saca de los recortes pequeñas galletas para hacer las etiquetas, por ejemplo.
Ponemos las galletas en una bandeja y volvemos a meterlas unos 20 minutos antes de hornearlas. Cuanto más frías estén menos se van a deformar.
Precalentamos el horno a 180º. Horneamos las galletas 10-15 minutos (dependerá del horno y del tamaño de las galletas). Depende de los gustos, pero para mí están listas cuando los bordes empiecen a estar dorados.
Se sacan del horno y se dejan unos minutos en la bandeja para que acaben de hacerse con el calor de la bandeja. Se dejan enfriar en una rejilla (y esta vez no es la coletilla al uso, es importante para evitar la condensación y que la galleta quede bien crujiente).
Una vez frías se pasan a un recipiente hermético hasta que vayamos a usarlas.
Espero que os sea útil.