No sé si os pasará lo mismo que a mí. No me gusta tirar la comida, así que si sobra algo, lo guardo con la mejor intención para tomarlo en otro momento. Pero cada vez que abres el frigo y te lo encuentras, se ve tan poco apetecible que casi se te quitan las ganas. Es el momento de pensar en reconvertirlo.
Es un ejercicio que se está convirtiendo en costumbre, porque cuando cocinas para tres o cuatro personas, recurres a “repartir esto poco que queda y así lo acabamos”, pero yo cocino para mi sola, y si sobra, sobra.
Y sobró!... un trozo de merluza a la cazuela con la salsa y unas almejas. Preparé un pastel de patata que realmente quedó buenísimo, y que dejo bien anotado porque se puede hacer con otras sobras.
Ingredientes:
Restos de merluza y almejas
Un vaso pequeño de leche
Copos de puré de patata
Sal
20 g de mantequilla
Perejil
Se limpia la merluza de piel y espinas y se desmenuza en trocitos. Se quitan las conchas a las almejas. Se reserva.
Se pasa la salsa a una sartén y se le añade perejil muy picado, (si es poca cantidad, añadimos una punta de maizena y unas cucharadas de caldo o agua), se le da un hervor. Reservamos.
Ponemos al fuego en un cazo la leche, la mantequilla y sal. Cuando hierva lo apartamos del fuego y volcamos los copos de patata, dejamos reposar un momento y mezclamos bien con las varillas hasta que quede sin grumos.
Añadimos dos cucharadas de la salsa, la merluza desmenuzada y las almejas, mezclamos.
Pasamos el puré a un aro de emplatar puesto sobre el plato, lo llenamos y alisamos con la espátula.
Retiramos el aro y echamos por encima el resto de la salsa. Listo para llevar a la mesa.
Espero que os guste la idea.