El queso frito es un aperitivo muy popular en algunas regiones españolas. En concreto, muy conocido y que goza de muy buena reputación es el de Albacete, lo encontramos en casi todas las cartas de tapas. Se sirve acompañado de mermeladas dulces y es una auténtica delicia.
Se prepara con queso tierno, tanto de oveja como de cabra o mezcla, y que al freírlo funda bien. Suele cortarse en tacos como de bocado, aunque la gracia es cortar el taco y poner sobre el queso fundido un poquito de mermelada.
A mí me gusta especialmente con confitura de frutos rojos o con mermelada de tomate.
Aprovechando la propuesta de este mes de El Recetario Mañoso, el queso Tronchón,
he preparado el aperitivo con este queso y he puesto rebozados alternativos al tradicional de huevo y harina:
almendra picada y fideos de arroz, que le dan una presencia distinta conservando el sabor esencial.
Ingredientes:
Queso tierno Tronchón
Harina
Huevo batido
Almendra picada
Fideo de arroz picado
Aceite para freír
Mermelada al gusto
Se corta el queso en tacos o en dados como de 2.5 centímetros de lado. (Conviene hacerlo con el queso a temperatura ambiente para que el rebozado se pegue mejor).
Pasamos los tacos de queso por harina, y los sacudimos un poco para que no queden pegotes de harina. A continuación los pasamos por huevo batido (podemos ayudarnos con una brocheta clavada en el taco de queso) y si hacemos la receta tradicional los rebozamos en harina o pan rallado.
Otros rebozados pueden ser almendra picada o fideos de arroz cortado.
Una vez rebozados los dados de queso, lo freímos en aceite bien caliente, dándoles la vuelta para que se doren por los dos lados.
Los freímos en tandas, sin poner demasiados trozos a la vez y que podamos darles la vuelta fácilmente. Se sacan sobre papel de cocina.
Se sirven bien calientes acompañados con una mermelada: frambuesa, fresa, tomate, higos… a nuestro gusto.
Espero que os guste.