Hay recetas tradicionales que parecen inamovibles, al menos a mí me cuesta mucho cambiarlas. Me pasa con el pitu de caleya (pollo campero). Siempre lo hago con la receta de casa de siempre, la que hacía mi abuela: básicamente con cebolla y coñac.
Pero cuando un profesional de reconocido prestigio como es Alex Sampedro te descubre una nueva receta, y además puedes degustarla en una de las tapas que preparó en el curso de cocina en miniatura, la resistencia va cediendo y la curiosidad te puede.
Coincidiendo con el curso, Sonia, una amiga, me trajo pitu de caleya y me decidí a probar la receta de Alex Sampedro. Lo más novedoso de la receta es hacerla con vino tinto con cebolla, pimiento, ajo y zanahoria. A fuego lento, como debe ser.
Lo hice justo el día que María volvía a Madrid y quería que lo llevara. Reservé para mí unos trozos para probarlo y hacer la patata rellena, la tapa que preparamos en el curso.
No hay foto del emplatado final, pero os aseguro que está riquísimo.
Ingredientes:
Un Pitu de caleya.
2 cebollas.
2 pimientos rojos.
3 zanahorias.
1 botella de vino tinto.
3 o 4 dientes de ajo.
100 ml aceite.
Sal.
Se trocea el pollo, sacando las pechugas y muslos y contramuslos. Se adoban con sal, ajo picado y un hilo de aceite. Se deja toda la noche para que tome el gusto.
Se dora el pollo en aceite (le quitamos los trocitos de ajo del adobo para que no se quemen) y se retira a un plato. En ese mismo aceite echamos las verduras y las rehogamos un momento, añadimos el adobo.
Ponemos de nuevo los trozos de pollo y añadimos el vino.
Echamos el vino y dejamos reducir un rato. Cubrimos el pollo con agua (justo cubriendo) y lo dejamos a fuego lento hasta que esté tierno (nunca quedará igual de tierno que el pollo de granja), eso nos llevara por lo menos tres horas (yo lo tuve casi cuatro horas).
Si queremos una salsa limpia, brillante y bonita, colamos, desgrasamos y ligamos el caldo con un poquito de maizena instantánea o con xantana.
Para preparar las patatas deshuesamos el pitu y desmenuzamos la carne.
*Con la carcasa, las alas y el pescuezo podemos hacer un caldo de pollo riquísimos.
Escogiendo la carne del caldo y las verduras de la salsa podemos preparar un relleno para pasta o empanadillas.
Espero que os guste.