A pesar de hacerla con frecuencia, no la tenía en el blog
La gelatina de manzana nos vale para dar brillo a pasteles y tartas o para acompañar postres como mousses, quesos o cremas.
Siempre tengo gelatina hecha. Un tarrito con gelatina más fluida y otro más espesa. Cuando veo que ya queda poca, aprovecho cualquier día que uso manzanas para hacer la gelatina.
Para hacer la gelatina se aprovechan las pieles y los corazones de la manzana que es donde se concentra la pectina. Cuanto más verdes estén más consistente nos quedará la gelatina.
Ingredientes:
Pieles y corazones de manzana
Azúcar
Se ponen las pieles de manzana y los corazones a cocer cubiertos de agua. Cuando estén blanditas las pieles, se cuela el caldo. ( no hay que cocerlas en demasía porque la pectina se degrada)
Se mide la cantidad de caldo y se le añade azúcar en proporción de 600g de azúcar por litro de caldo. Ponemos a hervir y dejamos que reduzca hasta que nape la cuchara al sacarla.
El caldo al principio tiene un aspecto turbio, opaco, cuando esta cocida la gelatina debe de tener un color dorado, brillante y translúcido.
Preparamos unos tarros esterilizados y los llenamos con la gelatina colando para quitar posibles restos de espuma.
Se tapan y se dejan enfriar. Si hacemos cantidad para que dure una buena temporada es importante poner tapas nuevas o en perfecto estado, y hacer el vacio dándoles la vuelta unas horas antes de guardarla.
Espero que os guste.