En estas semanas de cocina con las guisanderas en muchos momentos recordé mis primeros pasos en la cocina, siempre apoyada en mi abuela, mi guía culinaria. Por desgracia cuando tuve que tomármelo en serio ella ya no estaba. Entonces para mí una receta era palabra de Dios, y que no encontrase un ingrediente, o que en lugar de vino blanco pidiera fino, suponía renunciar a hacerla. Poco a poco, con la experiencia, las sugerencias y los trucos que solía poner al final de su receta, aprendí a sustituir, prescindir, añadir…. Vamos, lo que hoy decimos, aprendí a tunear. Una receta no es una fórmula química rígida e inamovible.
Todas estas consideraciones vienen a cuento de la siguiente entrada: María Busta en su restaurante hace un pastel de chocolate buenísimo que acompaña con sorbete de mandarina y mango. Como no sabía si en la escuela encontraría una heladera para hacer el sorbete, cambió el acompañamiento del pastel por una crema de limón, deliciosa y con un toque cítrico que le iba al chocolate como anillo al dedo.
La crema de limón es sencilla a rabiar, fácil, rápida y con pocos ingredientes de los que suele haber en casa. Una ocasión perfecta para dejar en manos de los peques la preparación del postre.
Ingredientes:
Zumo de limón.
Leche condensada.
Nata para montar.
Es, podríamos decir una crema 3 tercios, porque los tres ingredientes se ponen a partes iguales en medida de volumen. A propósito de términos usado en cocina, hace unos días alguien me preguntó en privado que significaba la nomenclatura TPT. Significa tanto por tanto, es decir, la misma cantidad de un ingrediente como del otro.
Vamos con la crema:
Dependiendo de la cantidad de crema que queramos hacer elegimos la medida a utilizar. En mi caso un vaso de 200ml.
Ponemos en un bol la leche condensada y la nata, mezclamos ligeramente y añadimos el zumo de limón (en mi caso eran limones caseros, bastante más fuerte y ácidos que los comprados y reduje la cantidad a 170ml de zumo).
Mezclamos bien con unas varillas manuales hasta que quede homogénea la mezcla y empiece a espesar. La dejamos reposar en el frigo unas horas antes de tomarla.
Sirve tanto como una crema de postre como acompañando a pasteles o bizcochos.
Espero que os guste.