Para equilibrar un poco las cosas, una propuesta de regalo diferente a las galletas, que igual no es tan bonito, pero es infinitamente más delicioso: una cesta de mermeladas caseras.
También podemos personalizarlas tanto por las preferencias del destinatario como por el tipo de mermeladas y su uso.
En las últimas que he preparado, con cuatro mermeladas, dos clásicas para desayuno, merienda o para usar en algún postre y dos para platos salados.
Las recetas de las mermeladas ya están publicadas, albaricoque, kiwi, tomate, calabaza… menos la de pimiento verde, que suelo hacer en pequeñas cantidades a demanda del plato y nunca me he parado a hacer un paso a paso.
Siempre preparo las mermeladas de forma tradicional, fruta y azúcar (en la proporción de 600-800 gr de azúcar por Kg de pulpa limpia), en una olla y cociéndolas destapadas y dejando que lleguen a punto de ebullición por lo menos 30 minutos. En casos especiales les pongo un aroma, canela, vainilla, anís.
Para preparar las cestas, etiquetamos los tarros de mermelada, los tapamos con una tela y atamos con un cordón.
Ponemos en el fondo de la cesta un poco de rafia, paja o virutas. colocamos las mermeladas, envolvemos en celofán y atamos.
Espero que os guste