La sidra tanto para tomar unos “culinos", como para usarla en la cocina es una delicia. Hay platos “a la sidra”, especialmente de pescado, que se elaboran con sidra natural. Otros se preparan con mermeladas o gelatinas de sidra. Yo las he usado en platos dulces, mousses, frisuelos, tostadas, tartas… y con platos salados, napando pescados fríos, en patés de cabrales, ensaladas de marisco…
Es muy sencilla de hacer, y me gusta tener siempre un tarro a mano. (no merece la pena hacer mucha cantidad porque los ingredientes los encontramos todo el año).Una buena ocasión para hacerla es aprovechando pieles de manzana y corazones que nos hayan sobrado de una compota o una tarta, por ejemplo.
Ingredientes:
Pieles y corazones de manzana.
Sidra natural.
Azúcar
Sirve cualquier tipo de manzana, pero es preferible usar manzanas tersas y verdes.
Si hacemos expresamente la mermelada podemos usar las manzanas (peladas ) para hacer una compota o para caramelizarlas ( se conservan semanas en el frigo).
Lavamos las manzanas y las pelamos y descorazonamos. Ponemos pieles y corazones a cocer en sidra natural. La proporción podría ser una botella de sidra para las pieles de cinco manzanas.
Cocemos hasta que las pieles y corazones estén blandos. Colamos el líquido y lo medimos. Es un líquido más o menos dorado dependiendo de la clase de manzana que usemos y ligeramente turbio.
Ponemos azúcar en la proporción de 700 g por litro de jugo. Lo llevamos al juego y cocemos hasta que tenga un aspecto brillante y al sacar la cuchara (de madera) quede cubierta. Podemos probarlo echando un poco en un plato blanco y moviéndolo para ver la transparencia y como está de espeso.
Cuando esté a nuestro gusto retiramos del fuego y envasamos en tarros, previamente esterilizados, tapamos y les damos la vuelta (los dejamos así 24 horas).
Los etiquetamos, ponemos fecha y listos para tomar.
Espero que os guste.