Así lo llamaba Ofelia. Lo comí por primera vez en su casa,y como todas las cosas que hacía, lo bordaba. Nunca lo había probado, y no recuerdo que mi madre hiciera ningún plato por el estilo.
Me gustó tanto que pasó a formar parte de mis recetas habituales.
La idea es hacer la pasta junto con la carne , sin cocerla previamente, de la misma manera que lo haríamos con patata.
Ingredientes: carne estofada con cebolla y coñac, pasta, azafrán, caldo (puede ponerse agua).
En dos cucharadas de aceite doramos la carne cortada en dados.
Cuando haya cogido color, le añadimos una cebolla pequeña cortada en pluma, un poco de ajo molido, y salamos. Rehogamos un momento y le echamos un buen chorro de coñac.
Tapamos la olla y lo dejamos doce minutos desde que salgan las rayas. ( lo tuve diez , porque era muy tierna la carne).
Sacamos la carne , dejando la salsa en la olla.
Echamos la pasta y removemos para que coja el gusto de la salsa,
… volvemos a echar la carne y cubrimos con caldo. Le ponemos unas hebras de azafrán.
Se va añadiendo caldo según vaya necesitando… hasta que la pasta esté cocida.
Se aparta del fuego y se deja reposar un momento para que la pasta acabe de consumir el caldo.
Igual os resulta un plato familiar y lo preparáis en casa, y la que vivo en la ignorancia soy yo…pero sea como sea , está buenísimo.