Nunca he dado clases de cocina, cada materia requiere de una pedagogía específica, así que el criterio para poner las recetas es desde mi perspectiva de “usuaria”. Me parece más interesante hacer primero las recetas básicas, que luego podremos usar en muchos platos, que publicar un único postre completo.
La yema confitada es una de estas recetas básicas que luego podremos usar para rellenar una tarta, hacer una cobertura, preparar unas yemas, hacer unos turrones o unos huesos de santo, usarla para cremas o … lo que se nos ocurra.
Es una receta sencilla, rápida de preparar y que envasada al vacío nos durará mucho tiempo.
Estos son los ingredientes:
Prepare la mitad de las cantidades.
Separar las claras de las yemas y ponerlas en un cazo, echar el azúcar mezclar y llevar al fuego sin dejar de remover hasta que hierva, cocer un minuto.
Retirar a un plato y cubrir a piel hasta que enfríe.
Ya está lista para usar. Si queremos conservarla la ponemos en bolsas al vacio y guardamos en el frigorífico.
Si usamos yema pasteurizada, bastante difícil de conseguir fuera de los proveedores a profesionales, calculamos 20 g por yema, es decir en esta receta las 15 yemas corresponderían a 300 g de yema.
Espero que os sea útil.