Es uno de los platos más conocidos de la cocina portuguesa y uno de mis favoritos. À brás, à bráz, o dourado, distintos nombres para el mismo plato. Los ingredientes tradicionales: bacalao, patata, cebolla, perejil , que suele acompañarse con aceitunas negras.
Hay distintas formas de cortar la cebolla o las patatas, distintas maneras de añadir el bacalao, cocido o salteado, incluso cambios en los ingredientes, puerro en vez de cebolla o cebollino en lugar del perejil. Elijamos la receta que elijamos seguro que el resultado es una delicia.
Ingredientes:
150 g de bacalao desalado
1 patata grande o 2 pequeñas
½ cebolla mediana
2 huevos
1 diente de ajo
Sal
Aceite para freír
Aceitunas negras
Perejil fresco picado
Se pelan las patatas y se cortan en paja con la mandolina y se ponen en agua.
Se pela la cebolla y se corta en pluma.
Se puede freír juntos la cebolla y la patata en una sartén grande con abundante aceite, o en sartenes separadas, a mí me gusta más freír por separado porque se controla mejor el punto de fritura. Se sacan y se reservan.
Para hacer el bacalao podemos desmigarlo en crudo. O darle una pasada por la plancha, así se separa mejor las lascas y al rehogarla no suelta tanto jugo.
Ponemos en una sartén dos cucharadas de aceite y doramos el diente de ajo picado muy fino. Añadimos el bacalao desmigado y rehogamos un momento, espolvoreamos un poco de perejil y mezclamos.
Añadimos a la sartén del bacalao la cebolla frita, las patatas paja, mezclamos y bajamos el fuego al mínimo.
Echamos por encima el huevo batido con sal y removemos para que cuaje mezclado, no como tortilla.
El punto de cuajado es personal, en casa nos gusta poco hecho, pero para quien le guste más hecho se hace un minuto más.
Sacamos a la fuente o al plato y espolvoreamos con perejil y ponemos unas aceitunas.
Llevamos a la mesa y ¡a disfrutar!
Espero que os guste.























Para las concurridas comidas de estas fiestas creo que hay que buscar platos que sin perder la exquisitez sean fáciles de dejar a punto y que l@s cociner@s también disfruten de las comidas sin estar trabajando hasta el último momento.
La carne picada de ternera es una buena aliada para variar los menús del día a día. En la carnicería suela haberla picada, pero es preferible elegir el trozo que nos gusta y pedirlo picado. Para evitar la grasa compro carne magra, el inconveniente es que no es tan jugosa, pero añadiendo cebolla pochada, queso, o sofritos de verduras el resultado son unas albóndigas deliciosas.




