Este pastel se puede hacer tanto de limón como de naranja. Los dos son deliciosos, pero para los más golosos, el de naranja resulta especialmente tentador ( al menos en casa…)
Tiene una textura a medio camino entre el bizcocho y un pudin, ligero y muy suave de sabor.
En la receta original, que me pasó mi amiga Lucía, ponía queso tipo philadelphia, pero desde que probé a sustituirlo por requesón fresco, siempre he repetido porque queda más cremoso y con la naranja hace buen maridaje.
Ingredientes:
500g de requesón, cuatro huevos,10 cucharadas soperas de azúcar, dos cucharadas soperas de maizena, dos cucharadas de piel de naranja en almíbar (confitada), dos cucharadas de almíbar de naranja o de cointreau, una pizca de sal, mantequilla para untar el molde.
Todo el preparado se hace con varillas.
Se blanquean los huevos junto con el azúcar y la sal,( es importante subirlos bien, hasta que doblen el volumen y estén muy cremosos).
Se añade la maizena y se bate para incorporarla.
Se echa el requesón y se mezcla bien hasta que quede una masa fina y sin grumos.
Por último echamos la piel de naranja y el almíbar ( o licor).
Untamos el molde con mantequilla y echamos la masa sin llegar a llenarlo ( dejar por lo menos un cm.
(sube al hornearlo).
Se mete al horno precalentado a 200º, si se hace en un solo molde, para esta cantidad tardará unos 30-35 minutos.
Si usamos varios moldes más pequeños bastará con 25 minutos. Comprobar con una brocheta si está cocido.
Desmoldar y poner una cucharada de naranja confitada.
( si se quiere puede naparse todo el pastel con almíbar de naranja y piel confitada).
El corte
Espero que os guste.