Las croquetas son de esos platos que encajan en casi todas las comidas, como entrante, como aperitivo, como cena acompañadas por una ensalada… hasta de postre si las hacemos dulces, de manzana por ejemplo…
Pero hay que reconocer que da pereza ponerse a hacer croquetas para una cena… hasta podemos caer en la tentación de coger una cajita de congelado… por si sucede , mejor que sean nuestras congeladas.
A grandes rasgos, la base de las croquetas es siempre muy parecida, una bechamel de leche , harina y aceite o mantequilla. Dependiendo del ingrediente que les vayamos a poner se puede añadir un poco de cebolla pochada muy menuda ( se lo pongo a las de jamón, pollo, o carne).
El paso a paso de la bechamel:
Ponemos en una sartén honda, un chorro de aceite ( 50cc aprox) o aceite y mantequilla.
Si van a llevar cebolla, ( en este caso la lleva, para hacerlas de huevo y jamón) también la ponemos con el aceite.
Rehogamos dos cucharadas grandes colmadas de harina, y lo dejamos un momento, para que se impregne bien en la grasa y se haga.
Empezamos a añadir chorritos de leche y mover sin parar hasta que quede bien absorbida y se forme una bola dura y homogénea.
No añadimos más leche hasta que haya chupado la anterior.
Continuamos así, leche, bola, leche…
hasta que vaya formándose una pasta más blanda.
Cuando tengamos la textura deseada, dejamos de añadir leche y cocemos 8-10 minutos.
Añadimos el ingrediente o los ingredientes picados muy finos y mezclamos con la bechamel.
En este caso, huevo cocido y jamón
Sacamos a una fuente, pincelamos con aceite para que no se forme una capa dura.
Cubrimos con film y dejamos enfriar.
Otra manera más sencilla es poner la masa de croquetas en una manga pastelera con la boquilla especial de croquetas. Dejar enfriar, y hacer churros sobre una bandeja con pan rallado.
Cuando la masa esta fría, formamos las croquetas, las pasamos ligeramente por pan rallado, luego por huevo y por último las rebozamos en abundante pan rallado ( conviene apretarlas un poco para que compacte el rebozado y no se abran al freír.
Para meterlas al congelador las ponemos separadas por papel film. Y cuando ya estén congeladas podemos pasarlas a bolsas o taper y etiquetar.