Unas croquetas de compota de manzana puede ser un buen broche para una comida de domingo. Algo sencillo como una compota presentada con otro vestido, y que se puede acompañar con un helado, una natilla, un toque de nata o simplemente con un caramelo salado.
Hay que buscar una textura cremosa y elástica y que a la vez sea moldeable, partiendo de un puré de manzana. No es un dulce de manzana, es más bien una crema.
Para conseguir esa textura de la compota se usa unas cucharadas de caldo de cocer las pieles y los corazones de las manzanas, rico en pectina y una cucharadita de maizena o mejor de gelespesa si tenemos.
Ingredientes:
4 manzanas (usé Green Smith)
Piel de limón
4 cucharadas de azúcar
20 g de mantequilla
50 ml de caldo de cocer las pieles
10 g de maizena o de gelespesa
Azúcar con canela para rebozar
Harina para rebozar
Huevo batido para rebozar
Aceite para freír
Caramelo de mantequilla salada
Pelamos las manzanas y reservamos las pieles y los corazones y los ponemos a cocer con un vaso de agua. Cortamos en las cas finas las manzanas y las ponemos en un cazo a cocer con un poco de agua (justo para que no se peguen) y unas pieles de limón. si queremos un sabor más intenso a limón lo añadimos rallado una vez hecho el puré.
Cuando estén cocidas las manzanas, las hacemos puré y las ponemos en una sarten donde hemos fundido la mantequilla.
Añadimos el azúcar y dejamos que caramelice la compota.
Cuando tenga un tono dorado añadimos el gelespesa o la maizena disuelto en tres cucharadas del caldo de cocer las pieles. (El resto del caldo lo podemos dejar para hacer una gelatina de manzana).
Removemos y cocemos unos minutos hasta que espese, se saca a un plato y se deja enfriar para poder manejarlo.
Tomamos cucharadas de la compota y las formamos en quenelles.
Se pasan por harina y luego por huevo batido. Las freímos en aceite caliente y las sacamos sobre papel de cocina.
En un bol mezclamos azúcar y canela en polvo y rebozamos las quenelles. Listas para servir el postre. Se pueden tomar calientes o frías.
Como contrate si las tomamos calientes podemos acompañarlas con un helado de leche merengada, o de nata montada.
Frías quedan bien con un caramelo caliente salado.
Espero que os guste.