Hacía mucho tiempo que no hacía princesitas en casa, quizá porque ahora tengo muy cerca La Playa, la confitería que las creó. En Asturias son pocas las confiterías que no las hacen, pero en mi opinión ninguna ha conseguido igualarlas.
Entenderéis ahora que esta receta es una osadía por mi parte, porque son inimitables, pero es cierto que he pasado mucho tiempo probando ideas hasta llegar a la que publico hoy.
A mí me han “consolado” muchas veces cuando estaba lejos y no tenía manera de ir a buscar una cajita a La Playa.
Estas princesitas no tienen nada que ver con la receta homónima de la cocina argentina, éstas son unas pastas de té muy ricas, también conocidas como masitas de té.
Ingredientes:
2 huevos
1 cucharada colmada de harina
3 cucharadas colmadas de almendra molida
2 cucharadas de azúcar
La ralladura de un limón
1 cucharadita de levadura química (tipo royal)
Yema confitada
Glasa de yema
Una pizca de sal
Se separan las yemas de las claras. Se baten las claras con la pizca de sal. Cuando estén espumosas se añade el azúcar y se montan.
Se añade la ralladura de limón y las yemas, se mezclan.
Se tamiza la harina con el impulsor y se mezcla con los huevos. Se mezcla con la espátula con movimientos envolventes.
Por último se añade la almendra molida y se sigue mezclando con la espátula.
Se pone la masa en la manga con boquilla lisa (nº 6), o si la manga es cerrada se corta la punta a 1 cm. Un truco para aprovechar la masa de las mangas es ponerlas horizontal sobre la mesa y arrastrar la masa con la espátula de masas.
Se forran las bandejas de horno con papel o lámina de teflón y se hacen rosquillas de 2.5-3 cm de diámetro. Con esta cantidad podremos hacer unas 80 rosquillas (40 princesitas).
Se hornean a 180º 10-12 minutos hasta que empiecen a tomar color. Se sacan y se dejan enfriar.
Mientras hacemos la yema confitada con esta receta, y la ponemos en una manga con boquilla lisa (nº 4)
Emparejamos las rosquillas de dos en dos y ponemos un relleno de yema sobre una de las rosquillas y tapamos con la otra. La colocamos sobre una rejilla para bañarlas con la glasa.
Se hace una glasa con agua y azúcar glas, y con yema diluida en almíbar.
Cubrimos las princesitas y las dejamos secar.
Normalmente se presentan en cápsulas de papel parafinado.
Espero que os guste.