Aunque la finalidad principal del blog no es la de “hacer sociales”, es cierto que acabas creando una vía de comunicación y de relación, en muchos casos más allá del mundo virtual. Un blog, al menos el mío, no es plenamente interactivo, en el sentido de que yo elijo qué, cuándo y cómo publicar. Pero si puedo complacer a alguien publicando una receta determinada lo hago con mucho gusto.
Es el caso de hoy: Ayla una seguidora del blog, me preguntó qué hacía con las claras que sobran de hacer la crème brulée , aunque en casa no “sobran” nunca las claras cuando está María porque las toma de forma habitual, recordaba que justo ese día había hecho financiers.
Son unos bizcochitos de origen conventual. Las Hermanas de la Visitación ( Salesas, en España) los hacían en Nancy, en la región de Lorraine, con otro nombre y otra forma, eran ovalados y se conocían como “visitadines”.
Imagen de internet:
Como todos los pasteles y postres que llevaban almendra cayeron en el olvido durante el Renacimiento, debido en parte a la alegría con que Borgias, Médicis y “gentes de bien” manejaban el arsénico, se ponía bajo sospecha cualquier cosa que recordara su peculiar sabor a almendra amarga.
A finales del Siglo XIX, una pastelería próxima a La Bolsa parisina regentada por el confitero Lasne retomó la receta de las visitadines, la innovó, dándoles la forma de un lingote de oro y rebautizándolas con el nombre de financiers. Aunque otras fuentes atribuyen a Suiza la forma de ligote.
Hay montones de recetas de financiers, más o menos diferenciadas de las visitadines. La que creo que más se acerca a los que actualmente se toman en Francia viene en el libro “100 recetas universales de la cocina francesa”.
En la receta clásica hay tres consideraciones básicas: el punto de batido de las claras que ha de ser fluido y espumoso pero sin llegar a estar montadas, la mantequilla que se pone fundida en el punto noisette y no lleva ningún tipo de levadura. La ralladura de lima o limón no está en la receta, pero me encanta el toque cítrico y fresco.
Ingredientes:
250 g. de claras (unas 6 claras)
200 g. de mantequilla noisette (unos 240 g. de mantequilla fresca)
200 g. de azúcar glas
100 g. de almendra molida
80 g de harina
Mantequilla para los moldes si son metálicos.
Una pizca de sal
Ralladura de lima
Preparamos la mantequilla noisette con esta receta.
No es imprescindible, pero a mí me gusta tamizar el azúcar y la harina dos veces. Una al principio y otra al añadirlo a la masa.
Batimos las claras con una pizca de sal y cuando estén espumosas añadimos el azúcar tamizado y seguimos batiendo hasta que formen picos suaves.
Se echa la almendra molida en forma de lluvia,la ralladura de lima y limón y se mezcla con la espátula.
Tamizamos sobre la masa la harina y mezclamos.
Por último añadimos la mantequilla noisette (que debe de estar a temperatura ambiente) e integramos moviendo suavemente con la espátula.Esta masa no necesita reposo en el frigo.Hay moldes especiales para financier, metálicos y de silicona. Engrasamos los maldes si no son de silicona.
Llenamos hasta la mitad los moldes y los horneamos en horno precalentado a 180º.
El tiempo dependerá del molde que usemos, pero estará en torno a los 15 minutos.
Los sacamos cuando veamos que están ligeramente dorados.
Espero que os guste.