Con permiso Michel Bras, que registró el nombre de coulant para el famoso pastel de chocolate con el corazón fundido, tomo prestada la palabra para poner apellido a esta hamburguesa.
Las hamburguesas no tienen por qué ser sinónimo de comida basura.
Hay hamburguesas y hamburguesas, porque con su simplicidad el éxito dependerá de la calidad de sus ingredientes. Y lo cuenta Lee Iacocca en su biografía, cuando era presidente de Ford, los altos ejecutivos que visitaban a Henry Ford estaban intrigados por conocer el secreto de la famosa “hamburguesa Ford”, hasta que el chef les contó el “secreto”: “el secreto es que la hamburguesa es de solomillo de ternera de Kobe”. ¡Ahí es nada!
En Madrid es famosa la de Alfredo’s, y como soy bastante escéptica con esos títulos de “la mejor… del mundo” “el mejor… de España”, no diré que es la mejor hamburguesa de España, pero sí que es la mejor que he tomado y si tenéis ocasión os la recomiendo.
De momento os recomiendo esta hamburguesa casera, que hará las delicias de los peques y de los no tan peques (cuestión de poner más o menos kétchup, jajajaja).
Ingredientes:
Carne picada (150g por hamburguesa)
Cebolla pochada
Jamón picado o en taquitos
Mozzarella rallada (unos 40g. por hamburguesa)
Sal y ajo molido
Aceite para pochar la cebolla
Es preferible elegir el trozo de carne y pedir que nos la piquen en el momento (yo la pido picada dos veces). Conservarla en el frigo y consumirla en el día.
Cortar la cebolla en brunoise muy fina y pocharla lentamente a fuego bajo con un poco de aceite.
Picar el jamón menudito o usar taquitos pequeños de compra.
Poner en un bol la carne picada, la cebolla pochada, el jamón. Sazonar con sal y ajo molido.
Amasar hasta que queden todos los ingredientes integrados.
Hacemos las hamburguesas sobre papel de horno pincelado con aceite para que sea más fácil pasarlas a la sartén.
Ponemos sobre el papel un aro de emplatar de 10 cms de diámetro. Ponemos una capa de carne presionando con una cuchara o un aplanador, ajustando bien a los bordes. Hacemos un hueco en el centro, sin llegar al fondo.
Ponemos el queso rallado en el hueco y apretamos para compactar. Cubrimos con otra capa de carne y sellamos bien los bordes.
Retiramos el aro tirando hacia arriba.
Calentamos la sartén (mejor de fondo grueso) o la plancha a fuego fuerte y untamos con aceite. Echamos la hamburguesa y pasado un minuto bajamos el fuego y seguimos haciéndola dos minutos más. Damos la vuelta y volvemos a subir el fuego al principio y bajarlo hasta que termine de hacerse.
Si nos gusta la carne al punto, reducimos un minuto por cada lado.
Con unas patatas fritas, mostaza y kétchup o con una pasta con tomate y queso, es un plato único que dejará encantados a los niños.
Si queremos tomar algo más ligero de calorías, con una buena ensalada verde o una verdura al vapor nos queda una comida completa.
Espero que os guste.