Entre col y col, lechuga, o lo que es lo mismo, entre galletas y galletas, cachopo. Llevo unos días desaparecida,  bastante ocupada con unas galletas, y como siempre a contrarreloj. Así que alternar la decoración de galletas, tarea bastante tediosa cuando son muchas iguales como en este caso, con la degustación de cachopos es muy agradable.

Del 14 al 24 de mayo se celebra el  II Campeonato Regional de cachopos y cachopinos, y como parte del  jurado me toca  probar los de los participantes.

A estas alturas muchos ya sabéis mi debilidad por los cachopos, hay unos cuantos publicados. Aunque hay una receta de cachopo clásico, poco a poco van incorporándose variaciones, nuevos rellenos, incluso cambiando la carne por pescados o setas. Y cada uno va adaptándolo al gusto personal.  Me gusta hacerlos con filetes no muy finos, y prefiero el rebozado al empanado.

Hasta que conozcamos el cachopo ganador de esta edición, os pongo mi receta tradicional.

El origen del cachopo, era dar salida a los filetes menos frescos y  darles más sabor y jugosidad con el relleno. El clásico es relleno con jamón y queso, y algunas veces con pimiento morrón o espárragos. Normalmente se usan filetes muy finos y se empanan pasándolos por huevo batido y pan rallado.

Salvo que sean para  congelados y listos a falta de freírlos, los rebozo con harina y huevo batido, por una doble razón: el huevo al freírse forma una película que retiene el jugo de la carne  y absorbe menos aceite. El resultado es un cachopo mucho más jugoso y menos grasiento.

Lógicamente cuanto mejor sea la calidad de los ingredientes del relleno, mejor será el resultado.Y lo básico unos buenos filetes.

Ingredientes:

Filetes de ternera, babilla, cadera, tapa

Jamón ibérico

Queso semicurado en lascas muy finas

Huevo batido

Harina para rebozar

Aceite de oliva

Sal.

Se puede usar otro queso y si es tierno y funde bien no es necesario cortarlo tan fino.

La sal nunca la pongo directamente en la carne. En este caso con el relleno de jamón, con poner un poco en el huevo batido es suficiente.

Como estos filetes son enormes, y no muy finos cortados para mi es suficiente uno doblado a la mitad. También se puede hacer con dos filetes y hacer el cachopo para compartir.

Se extienden los filetes y se pone en una mitad el queso cortado muy fino, encima el jamón cortado también muy fino, aunque pongamos varias lonchas, pero cortado así queda mucho más sabroso.

Se dobla el filete y se presiona para cerrar bien los bordes, se pasan por harina, cuidando que quede todo el filete rebozado con una capa fina de harina. Sacudimos antes de pasarlos al huevo para eliminar lo que sobra. Pasamos por huevo y freímos en aceite caliente, pero no humeante. Cuando están dorados por un lado se les da la vuelta y se doran por el otro. Se sacan sobre papel de cocina.

La guarnición típica es patatas fritas y un pimiento rojo asado.

Yo aproveché el huevo que sobró de rebozar y preparé una tortilla de pimientos.

Espero que os guste.    

Calor, frio, lluvia…. Solo es cuestión de geografía, mientras en los blogs del Sur se publican helados, yo  ando con sopas y guisos. No creo que la meteorología se preste a negociar, pero  vamos a darle la oportunidad con  una ensalada tibia conciliadora, acercando posturas entre el helado y la sopa.

Una ensalada sencilla, pero sabrosa y completa: verdura, fruta y pescado. Y para que el domingo sea día de fiesta también para los que cocinan se hace en un pispás.

Ingredientes:

Langostinos

Ensalada verde variada

Mango

Aguacate

Cebolla o cebolleta

Sal

Aceite  

Zumo de lima o vinagre

Almendra molida

Panko

Huevo batido

Pelamos los langostinos dejando la última anilla de la cola y les quitamos el hilo negro haciendo una incisión en la parte de la cola y tirando hasta que salga entero, salamos. Reservamos.

Pelamos el mango y lo cortamos en dados.Pelamos el aguacate y medio lo cortamos en  dados.

Picamos la cebolleta en brunoise muy fina y la juntamos con el  medio aguacate restante picado en brumoise muy fina,salamos con sal gruesa.

Añadimos una vinagreta de unas cucharadas de aceite con el zumo de lima o el vinagre. Mezclamos bien. Reservamos.

Batimos el huevo y preparamos una mezcla de almendra molida y panko para rebozar.

Pasamos los langostinos por huevo batido y lo rebozamos en la mezcla de almendra y panko, presionando para que queden bien cubiertas.

Freímos los langostinos en aceite caliente, dándoles la vuelta para que queden dorados. Sacamos sobre papel de cocina para que absorba el aceite sobrante.

Preparamos la ensalada verde y secamos. Ponemos en el fondo del plato.

Ponemos el mango repartido por encima de la ensalada y hacemos lo mismo con el aguacate.

Colocamos los langostinos sobre la ensalada, en el centro del plato.

Y acabamos salseando con la vinagreta de aguacate y lima.

Y si el tiempo no mejora, habremos cumplido con el dicho de que a mal tiempo buena cara, porque con esta  ensalada tan colorida y tan rica es imposible poner mala cara.

Espero que os guste.

Al mal tiempo buena cara, y por llevar la contraria al día, hoy ensalada, aunque sea tibia.

Los protagonistas de esta ensalada son los tomates escarchados y el tamagoyaki, la tortilla japonesa, lo demás a tenor de lo que haya en el frigo: ensalada de hojas variadas, aguacate, unas lascas de queso manchego curado…

El tamagoyaki o dashimaki es una tortilla enrollada como una francesa pero con muchas más capas. Es un desayuno habitual en Japón como aquí pueden ser los huevos revueltos.

Se hace en una sartén cuadrada y se va enrollando de un lado a otro añadiendo huevo cada vez. Es muy curioso ver con que destreza la envuelven con los palillos, yo no llego a tanto purismo y la hago con una espátula de cocina.

Los ingredientes  del tamagoyaki

 2 huevos

Media cucharadita de salsa de soja suave

1 cucharada de mirín  (no tenía y sustituí por media de azúcar)

2 cuchardas de dashi (caldo)

Añadí un poco de queso rallado en cada vuelta.

Se baten todos los ingredientes y se van echamdo por tandas, para formar un rulo continuo.

Ya usé la sartén en otras ocasiones aunque no fuera para recetas japonesas y expliqué cómo se hacia la tortilla. Dejo una secuencia de fotos con el paso a paso.

Se calienta la sartén y se ponen unas gotas de aceite. Se echan unas cuchardas del batido y se extiende por todo el fondo ( como hacemos con los frisuelos).

Empezamos a enrollar desde la parte más distante hacia nosotrosm hasta que tenemos el rulo en el borde de acá, ponemos otras cucharadas de batido, levantando un poco el rulo para que se "pegue"a la nueva tortilla.

Ahora enrollamos hacia el otro borde, y repetimos con otra capa de batido.

De nuevo enrollamos hacia nosotros. sacamos el tamagoyaki y lo cortamos en rodajas de 1.5 cm más o menos.

Para los tomates escarchados solo necesitamos tomates cherry  variados y una cucharada de azúcar.

Usamos la misma sartén  que para la tortilla por aquello de no manchar mucho. Pasamos un papel de cocina y cuando esté bastante caliente echamos los tomates, una cucharada de azúcar y movemos la sartén sin dejar que el azúcar llegue a caramelizar. Cuestión de un minuto y listos.

Montamos la ensalada como más nos guste.

Seguramente quede más bonita en un bol amplio con los ingredientes principales en el centro,pero como  este tipo de ensaladas no me gusta removerlas para que cojan el aliño, prefiero la versión extendida y aliñar por toda la ensalada sin desordenarla.

Un fondo de ensalada variada, la tortilla encima, con los tomates, los gajos de aguacate y las virutas de queso, todo bien repartido

Para el aliño puse aceite, balsámico, un poco de salsa de soja suave y sal (la soja no es muy salada), batimos y echamos sobre la ensalada.

Espero que os guste.     

Con  casi los mismos ingredientes se pueden hacer recetas muy distintas. Ayer publicaba el bacalao a la importancia: un pescado, unas patatas y unas almejas , hoy con esos mismos ingredientes un guiso básico.

Los guisos de pescado suelen ser muy sencillos de preparar y con ingredientes  básicos y fáciles de conservar, porque el origen de estos platos está  muy ligado a los pescadores. Un claro ejemplo es el marmitaco (de bonito), y recetas similares, en función del pescado capturado y su salida en el mercado

Este guiso de rape es una versión del marmitaco de bonito, con la ventaja de hacerla en nuestra cocina sin las restricciones que imponía  un barco pesquero: ingredientes frescos o atajos del fondo de congelador.

Fácil y rápido, en media hora lo tendremos hecho de forma tradicional, y si usamos la olla a presión con 12 minutos  nos basta.

Necesitamos:

Rape

Patatas

 Sofrito (cebolla, pimiento rejo, verde,tomate)

 Sal

Aceite

Ajo molido

Azafrán

Almejas (opcional)

Caldo ligero de pescados o agua.

Pelamos las patatas y las cortamos, mejor si las chascamos. Reservamos.

Limpiamos el rape de pieles y huesos y cortamos en tacos. Lo adobamos con sal y ajo. Si hervimos la espina (hueso) y recortes y pieles con unas verduras tenemos un caldo muy rico para hacer el guiso (si no ponemos agua).

Ponemos en la olla un chorro de aceite y una ración de sofrito (fondo de congelador), añadimos las patatas y rehogamos un momento. Cubrimos generosamente con el caldo o con agua, ponemos la sal y el azafrán y cocemos a fuego suave hasta que las patatas estén  casi cocidas (12-15 minutos).

Entonces ponemos encima los trozos de rape y las almejas. Lo hacemos 5 minutos más al fuego y lo dejamos reposar unos minutos antes de servir. Si nos gusta el pescado  más pasado y que se deshaga un poco en el guiso, lo ponemos desde el principio.

Si lo hacemos en olla a presión tapamos después de añadir el caldo y azafrán y contamos 6 minutos desde que alcanza la presión. Destapamos y echamos el rape, y ya sin tapar, lo hacemos  5 minutos, lo movemos un poco sin remover para que espese el caldo.

Espero que os guste.

Ya es primavera en El… ¡y en mi cocina también! Y como ando un poco vaga para elegir el color de moda, ahí va una receta que es todo un arco iris.

La pasta es uno de los platos favoritos de los niños, y  creo que es una buena manera para ir ampliando  los alimentos y especialmente las verduras en su dieta. Un plato vistoso, atractivo  puede ser  el primer paso.

Estos espaguetis  vienen de la mano de María, ella fue quien los hizo en casa. Es un plato de pasta, es ligero y fresco, por las verduras y por el toque de cítricos.

Podemos combinar verduras a nuestro gusto o sustituir alguna de las que lleva esta receta, teniendo en cuenta su grado de ”dureza” para hervirlo con la pasta o rehogarlo en la sartén.

En casa nos gustan las verduras y hortalizas poco hechas, y  es el tiempo que pongo en la receta. Si os gustan más hechas es cuestión de ponerlas al tiempo de la pasta.

Ingredientes:

Espagueti  (al huevo o con verduras)

Pimiento rojo

Pimiento verde

Pimiento amarillo

Champiñones u otras setas

Brócoli

Zanahoria

Cebolleta

Perejil

Albahaca

Aceite

Sal

Zumo de limón

Cortamos los pimientos en cuartos, los limpiamos de semillas y los ponemos a asar con la piel hacia arriba en horno fuerte. Cuando empiecen a tostar y la piel forme burbujas los sacamos y esperamos a que enfríen un poco para pelarlos y cortarlos en tiras.

Mientras, cortamos las zanahorias en rodajas finas o en lascas con el pelador de patatas. Limpiamos y cortamos los champiñones. Y troceamos el brócoli en trocitos pequeños. Picamos el perejil y la albahaca muy finos y las cebolletas en aros delgaditos. Exprimimos el limón.

Ponemos agua y sal en una olla alta con un hilo de aceite y lo llevamos al fuego. Cuando hierva echamos los espaguetis y los cocemos según el tiempo que se recomiende. Cuando falten cuatro minutos para que estén hechos los espaguetis añadimos los champiñones, la zanahoria y el brócoli.

Sacamos sobre un escurridor o un colador.

En la misma olla  que cocimos los espaguetis ponemos cuatro cucharadas de aceite y rehogamos a fuego vivo la cebolleta, cuando esté transparente  añadimos las hierbas y los pimientos, hacemos un minuto...

...y volcamos la pasta y verduras escurridas. Mezclamos y aliñamos con el zumo de limón. Listo el plato.

Aunque es una pasta que puede tomarse fría, a mí me gusta en caliente, recién  hecha.

Espero que os guste.