Un plato de legumbres no debería faltar en nuestra dieta por lo menos una vez a la semana. Tradicionalmente se tomaban como plato único y se guisaban con embutidos y carnes. Algunos de estos platos mantienen su vigencia y son clásicos en nuestra cocina como el cocido de garbanzos con sus variantes regionales o la fabada asturiana. Otros se han ido aligerando, incluso se preparan en ensalada. Estofadas con un chorrín de aceite y unas hortalizas están muy ricas.
La legumbre asturiana por antonomasia es la alubia de fabada, faba de la granja, pero hay otras variedades de fabes (alubias) muy típicas, como chata, granjilla, del cura, del mandilín, roxes, verdines.
Las que he cocinado hoy son del mandilín. Son pintas, menudas y mantecosas. Se prestan a recetas sencillas por lo sabrosas que son.
Ingredientes:
Fabes del mandilín
50 ml de aceite
Una pizca de pimentón
Media cebolla
Unas tiras de pimiento rojo
Unas tiras de pimiento verde
Un diente de ajo
Sal
Se ponen les fabes a remojo el día antes.
Se ponen les fabes en la olla, se les echa el pimentón y el aceite y se “baten” cogiendo la olla por las asas y se voltean para que queden bien impregnadas de aceite y que no se despellejen.
Se le añaden las hortalizas, pimientos, cebolla, ajo, zanahoria (yo no le puse) y la sal. Se cubre con agua y se ponen a cocer. Si se hacen en la olla rápida en 12-15 minutos están listas.
Se sacan las hortalizas al vaso de la minipimer y se trituran, se devuelven a la olla y se dejan hervir unos minutos.
Están mejor si se dejan reposar un rato antes de servirlas acompañadas con un huevo cocido.
Espero que os gusten.