Esta cobertura me encanta. Es sencillísima de preparar y es ideal para dejar un plato listo a falta de gratinar.
Queda cremosa y doradita, sin esa costra dura que forma el queso cuando lo tenemos más tiempo en el horno para que caliente y gratine, o sin el queso rallado que se quema antes de fundir.
Es adecuada para hortalizas rellenas, para canelones, para lasañas y en general para cualquier plato que lleve un acabado gratinado con queso.
En algunos platos de carne, como el solomillo Orloff o canelones de pitu de caleya, se hace con un poco de cebolla pochada que le da un sabor exquisito.
Se hace con cualquier tipo de queso que funda bien, sirve desde mozzarella rallado hasta quesitos o tranchetes, incluso, para algunas recetas, queda bien hacerla con queso azul.
Ingredientes:
1 vaso de leche
75 g de queso mozzarella rallado (o 5 quesitos)
10 g de maizena (una cucharilla) disuelta en unas cucharadas de leche.
Sal, nuez moscada y/o pimienta al gusto.
Ponemos la leche y la sal en una sartén a fuego vivo hasta que hierva.
Añadimos el queso rallado o los quesitos troceados y removemos hasta que se funda el queso y quede una crema homogénea.
Disolvemos la maizena en un poco de leche y la añadimos a la sartén sin dejar de remover hasta que espese y empiece a hervir. Retiramos del fuego.
Ponemos la salsa en caliente sobre lo que queramos gratinar.
Si lo vamos a tomar en el momento, metemos al horno con el grill al máximo hasta que se vea gratinado.
Queda un gratinado muy rico y doradito si espolvoreamos con pan rallado y ponemos unas lasquitas de mantequilla justo antes de meter al horno.
Si preparamos el plato con antelación, lo metemos en el horno a 200º unos minutos para que caliente por dentro y luego ponemos el grill para gratinar.
Para hacer la cobertura con cebolla, se siguen los mismos pasos después de pochar unas cucharadas de cebolla cortada en brunoise muy fina. Un paso a paso en imagenes:
Espero que os guste.