En Asturias el rollo por antonomasia es el de bonito, pero hay otros rollos salados también muy ricos. El de pollo se hace casi igual que el de bonito. En general podemos añadir o quitar ingredientes pero lo fundamental para garantizar un rollo jugoso es poner bastante cebolla pochada.
Evito poner pan rallado porque lo reseca, si queremos dar consistencia a la masa es mejor añadir miga de pan ablandada en leche o en vino blanco.
Este rollo de pollo como el de bonito puede hacerse de tamaño de ración, pero lo habitual es que sean más grandes y la dificultad de que se nos rompa al pasarlo a la sarten crece con el tamaño. Por si os es útil os enseño un truco muy fácil y que nos garantiza que sea cual sea el tamaño del rollo nunca se os romperá.
Ingredientes:
500 g de pechuga de pollo picada
Dos cucharadas de pisto (o sofrito)
1 cebolla grande
2 dientes de ajo
1 huevo
una rama perejil
Unas sopas de miga de pan
Un chorro de vino blanco
200 g de tomate natural rallado
Medio vaso de vino blanco
Sal, nuez moscada, pimienta, al gusto
Harina para rebozar
Aceite
Tenía hecho pisto (cebolla, pimiento rojo, pimiento verde, calabacín, tomate) y lo usé para el rollo, pero puede ponerse sofrito.
Pelamos y cortamos en brunoise la cebolla, picamos los dientes de ajo muy finos. Pochamos a fuego lento en unas cucharadas de aceite, ponemos un poco de sal.
Mientras se pocha la cebolla vamos preparando el resto de ingredientes. Cortamos unas sopas de miga de pan y las remojamos con unas cucharadas de vino. Batimos el huevo.
En un bol ponemos la pechuga de pollo picada, el pisto, el huevo batido y la miga escurrida, el perejil picado, la sal, nuez moscada y/o pimienta.
Cuando esté blanda la cebolla, añadimos la mitad a la masa del rollo. Reservamos la otra mitad en la misma sartén.
Amasamos bien todos los ingredientes hasta que quede una masa homogénea. Dejamos reposar para que tome bien los sabores, mientras preparamos la salsa.
Ponemos de nuevo al fuego la sartén con la cebolla, añadimos el tomate, sazonamos y cocemos unos minutos,ponemos media cucharada de harina, rehogamos y ponemos el resto del vino y dejamos a fuego lento que reduzca y pierda el alcohol.
Pasamos al vaso de la minipimer y trituramos. Colamos en una cazuela donde vayamos a acabar los rollos.
Con estas cantidades podemos hacer un rollo de cuatro generosas raciones. Yo hice dos rollos porque para mí es suficiente uno y el otro lo congelo.
Dividimos la masa en dos y le damos forma de rollo. Ponemos una cucharada de harina sobre la superficie de trabajo y rebozamos ligeramente el rollo, acabando de darle forma.
Lo hacemos rodar sobre un papel de aluminio. Hacemos lo mismo con el otro rollo.
En una sartén grande donde entre bien el rollo ponemos aceite y cuando esté moderadamente caliente doramos el rollo.
El truco para que no se nos deforme ni rompa el rollo.(yo uso solamente una mano porque la otra está con la cámara), sujetamos los dos extremos del papel de aluminio con el rollo dentro, lo ponemos encima de la sartén y lo metemos en el aceite, soltamos un extremos del papel de aluminio y tiramos del otro, haciendo rodar el rollo dentro de la sarten y retirando el aluminio.
Ya está ahora solo es cuestión de ir rodándolo en la sartén hasta que esté dorado por todos los lados.
Cuando estén bien dorados los rollos los sacamos a la cazuela con la salsa y dejamos cocer unos diez minutos a fuego suave.
Dejamos reposar unos minutos.
Para servirlos, sacamos de la olla y sobre la tabla loncheamos los rollos. Los pasamos al plato y acompañamos con la guarnición elegida y unas cucharadas de salsa.
Uno lo tome con unas judías verdes en juliana y otro día lo tomé con arroz blanco, los dos platos quedaron muy ricos.
Otros acompañamientos pueden ser unas patatas fritas ( sobre todo a los niños les encanta), un puré de patata, coliflor o brócoli… lo que más os guste.
Espero que os guste el plato y que el truco os sea útil para perder el miedo a que se os rompan los rollos.