Tapas, pinchos, cocina miniatura… o como se os ocurra llamarlo. Es una dimensión de la gastronomía que está en pleno auge y que me encanta. Incluso para una comida, la posibilidad de probar muchos platos sin morir en el intento, me parece de lo más apetecible.
Resumir en una tapa todo un plato tradicional tiene su aquel, pero para eso están los expertos como Rodrigo Roza, de La Taberna del Zurdo, que recrea en un bocado todos los sabores del torto de maíz con picadillo y huevo. Un bocado de lujo que os recomiendo.
Lo que más me ha sorprendido de la tapa es la yema en salmuera, tiene una textura deliciosa y un sabor increíble (nada que ver con la yema cruda).
Esta receta quiero dedicársela especialmente a Rafa:
Rafa, tardaron, pero por fin ya me han dicho que eres fan del blog, jajajaja y eso merece un premio, así que estos tortos van por ti.
Ingredientes (para 12 bocaditos):
300g de harina de maíz.
30 g de harina de trigo.
1 cucharilla de azúcar (6 g).
Sal.
Agua tibia.
3 chorizos.
4 yemas.
500 g de sal.
125 g de azúcar.
Las yemas tenemos que prepararlas con antelación porque necesitan cuatro horas en salmuera. Pero pueden prepararse y tenerlas en el frigo para usarlas cuando las necesitemos.
Se pone el azúcar y la sal en una fuente honda, se mezcla bien y se hacen unos huecos para las yemas. Limpiamos de clara las yemas y las echamos en la salmuera, las cubrimos y las dejamos cuatro horas. Si queremos una textura más fluida las dejamos menos tiempo, pero a mí me gustó como quedaron con las cuatro horas.
Pasado el tiempo, destapamos las yemas y las lavamos para quitarles la sal sobrante que queda pegada. Las trituramos (yo solo preparé dos yemas y lo que hice fue batirlas con una cuchara de madera después de deshacerlas un poco con el tenedor).
Ponemos en una manga o en un cucurucho de papel de horno.
Hacemos la masa de los tortos, poniendo todos los ingredientes secos en un bol y vamos añadiendo agua tibia hasta que quede una masa manejable que podamos estirar sin que se rompa. Dejamos reposar mientras preparamos el chorizo.
Cortamos rodajas de chorizo como de 3 cm (cuatro de cada chorizo). Las pasamos por la sartén caliente para desgrasarlo un poco. Sacamos a un plato.
Hacemos bolas de la masa de torto del tamaño de una nuez grande. La aplastamos entre dos papeles. Ponemos una rodaja de chorizo en el centro y cerramos formando como un vaso con el chorizo dentro.
Freímos en aceite caliente hasta que estén dorados. Sacamos sobre papel de cocina. Si nos sobra algo de masa de los tortos podemos hacer unas palitos y freírlos para acompañar al torto.
Ponemos sobre cada torto un copete ( me ha quedado fino, eh?, y eso que no he dicho topping jajaja), para entendernos, un pegotín de la crema de yema …
… Y listo para llevar a la boca.
*Podemos hacerlos con picadillo de chorizo, pero creo que nos resultaría un poco más difícil darles forma, y con chorizos tiernos queda muy rico.
Espero que os guste.