Otro pollo hecho con muy poca grasa, pero que queda muy sabroso con ese glaseado de cebolla.
Se le quita la piel que es donde se acumula la mayor parte de la grasa en el pollo. Y para acompañarlo unas patatas hervidas (las dietas equilibradas tienen que incluir una parte de hidratos de carbono) un arroz blanco o una pasta hervida.
Ingredientes:
Pollo sin piel
Una cebolla grande
Dos cucharadas de aceite
Sal
Ajo molido
Patatas torneadas
Vino blanco
Una pizca de maizena
Se pelan las patatas de tamaño pequeño como las de guarnición o si son grandes, las torneamos. Se ponen a cocer con agua y sal. Estarán en unos 15-18 minutos.
Se pone el aceite en la olla y sin que llegue a estar muy caliente rehogamos el pollo hasta que esté ligeramente dorado.
Añadimos la cebolla cortada en juliana fina. Ponemos la sal, el ajo y rehogamos a fuego lento. Ponemos el chorrito de vino blanco y tapamos la olla. Se hace a fuego bajo, y presión media (una sola marca fuera).Lo dejamos 15 minutos.
Esperamos a que la olla pierda la presión, destapamos. Pasamos la salsa por el chino y la volvemos a poner al fuego añadimos una pizca de maizena disuelta en agua o en caldo. Ligamos la salsa.
Sacamos las patatas escurriéndolas bien y las ponemos en el plato con los muslos de pollo. Napamos el plato con la salsa de cebolla.
Espero que os guste