Oír las palabras pastel, tarta… siempre alegra la cara de un niño ( ... y de los adultos).
Y como nadie nos lo impide, “bautizamos” la receta según nos guste… tarta de pasta, pastel de boloñesa gratinado…
Es una simpleza que poco tiene que explicar: pasta hervida, carne picada rehogada con un sofrito y salsa de tomate, bechamel y queso rallado. Poniéndole una buena capa de carne, es un plato único, cosa que los malos comedores agradecen enormemente.
Cocemos la pasta a nuestro gusto. Escurrir y reservar ( no es necesario pasarla por agua fría)
Hacemos una besamel clarita, con una cucharada colmada de harina, una cucharada de aceite , una nuez de mantequilla, sal y medio litro de leche.
En una sartén bien caliente, con un poco de aceite rehogamos la carne picada yo puse ternera y jamón picado). Le añadimos un sofrito de cebolla , pimiento, ajo, tomate… mezclamos bien con la carne. Se le puede añadir también salsa de tomate ( yo la puse en salsera a parte).
Ponemos en la fuente un aro de emplatar o el aro de un molde desmontable.
Cubrimos el fondo con pasta y con la espátula la apretamos un poco para que se rellenen bien los huecos.
Encima una capa ligera de bechamel.
Extendemos la carne picada sobre la bechamel, y otra capa finita de besamel.
Cubrimos con queso rallado, poniendo una buena capa. Y gratinamos.
Lo podemos tener hecho con antelación, en ese caso lo meteremos 10 minutos al horno a 200º tapado con un papel de aluminio. Luego ponemos el grill hasta que se funda el queso y empiece a gratinar.
Espero que “el pastel” les guste a los peques.