Esta versión en milhojas de las clásicas berenjenas rellenas, es estupenda para cuando tenemos poco tiempo para cocinar o para cuando no sabemos exactamente la hora de la comida. Se pueden preparar con antelación y con 10 minutos de horno y grill están listas para llevar a la mesa. Las preparé para cuando llegara María que venía de viaje.
Otra posibilidad es congelarlas ya montadas y sacar directamente al horno. No había probado antes a hacerlo. Las congelé en un envase de aluminio y unos días después las tomamos. Estaban fantásticas.
Ingredientes:
Berenjenas
Carne picada
Sofrito (fondo de congelador)
Salsa de tomate casera
Ajo molido
Sal
75 ml de aceite
Un vaso de leche
½ cucharada de harina
Un quesito
Queso para fundir o
Queso brie.
Calentamos bien una sartén amplia y echamos el aceite. Salteamos la carne picada removiéndola con rapidez para que se selle y no suelte el jugo. Sazonamos con el ajo y la sal. Sin dejar de mover la rehogamos unos minutos.
Añadimos el sofrito y la salsa de tomate mezclamos bien y dejamos dos minutos. Reservamos.
Lavamos las berenjenas y las cortamos en rodajas finas, como de un centímetro. Las pasamos por la sartén untada en aceite. Las doramos por los dos lados. Sacamos sobre papel. Reservamos.
Preparamos una bechamel ligera con la leche harina y mantequilla (o quesito). Reservamos.
Montamos el pastel en un plato o fuente que pueda ir al horno, o en una barqueta de aluminio si los vamos a congelar.
Ponemos una rodaja de berenjena, encima una cucharada de boloñesa, repetimos con dos rodajas más.
Por encima le ponemos una cucharada de bechamel. Terminamos con queso rallado que funda bien, (les puse queso emmenthal rallado a los que congelé) y unos trozos de brie a las que nos tomamos .
Se mete al horno con el grill al máximo hasta que el queso se funda.
Espero que os guste.