Las recetas de leche frita son de lo más variado, cada región tiene su fórmula: con harina de trigo o con maizena, con o sin mantequilla, con canela o vainilla, con nata o leche… pero sean cual sean los ingredientes podríamos resumir la forma de hacer la masa de dos maneras:
Cociendo la harina en la leche hasta que espese, como hacemos una crema pastelera, por ejemplo, y hacerla a modo de bechamel, tostando la harina en la grasa y añadiendo después la leche a pocos.
Personalmente me gusta más la segunda forma de cocerla, porque al partir de la harina rehogada en la mantequilla la temperatura que toma es mayor que si se mezcla en leche y se tuesta perdiendo todo sabor a cruda y así destacan más los aromas y gustos de los demás ingredientes y resulta una masa más intensa.
Ingredientes:
500 ml de leche
150 g de azúcar
Piel de limón
Palo de canela
40 g de mantequilla
2 cucharadas de harina
Harina para rebozar
Huevo batido
Aceite para freír
Azúcar y canela
Crema de yema (cortadillos)
Ponemos a hervir la leche con el azúcar, la piel de limón y la canela, hervimos cinco minutos y apartamos del fuego y dejamos que repose un rato para que infusione y tome bien los sabores.
Fundimos a fuego bajo la mantequilla y añadimos la harina, rehogamos hasta que se impregne bien en la grasa y se tueste un poco. Empezamos a añadir la leche hervida a pocos, integrando bien antes de echar otro chorro, removiendo sin parar con una cuchara de madera.
Cuando hayamos incorporado toda la leche seguimos cociendo la crema removiendo con unas varillas hasta que espese y tenga una consistencia como una bechamel para croquetas y un aspecto brillante.
Sacamos la crema sobre una fuente plana ( mejor cuadrada) formando una capa como de dos cms. Dejamos que enfríe cubierta con un film para que no se forme una capa dura.
Una vez fría la crema, la desmoldamos y la cortamos en cuadrados(puede hacerse sin sacar de la fuente, pero a mí me resulta mas fácil desmoldarla antes).
Pasamos los trozos por harina y después por huevo batido. Los freímos en aceite bien caliente, dándoles la vuelta para que queden dorados. Los sacamos sobre papel de cocina.
Mezclamos azúcar y canela molida en un plato y rebozamos la leche frita.
Se puede tomar templada o fría.
Os pongo unos cortadillos de leche frita y yema. Se hace la crema de la leche frita igual que la anterior. Para rellenarla hacemos una crema de yema con ESTA RECETA.
Ponemos una capa fina de leche frita en un molde, encima extendemos una capa de yema y cubrimos con otra capa de leche frita.
Dejamos enfriar, y acabamos de hacerla de la misma forma que la leche frita sin rellenar.
He probado otros rellenos como, confitura de naranja, dulce de manzana, frutas confitadas y todos ellos me parecen unos bocados muy recomendables.
Espero que os guste.