Quería haber dejado mi felicitación de Navidad en su momento como corresponde, pero me faltó ánimo y quise pasar por estas fiestas de puntillas, sin querer enterarme demasiado para no ponerme nostálgica.
Llega justo en Reyes, así que añadiré una carta a SS MM pidiendo que todos los deseos, los buenos deseos que hemos enviado y recibido en estas fechas, casi siempre encorchetados en frases hechas, imponentes y rotundas, los conviertan en felicidad cotidiana, en pequeñas cosas gratas del día a día… y que los malos momentos y los problemas nos los devuelvan convertidos en no más que contratiempos de andar por casa.
Y tampoco quiero dejar de agradeceros de corazón todo el ánimo, el cariño y el interés con que me habéis arropado con vuestros mensajes y llamadas. Gracias por estar ahí.