Aunque en esta temporada de post-fiestas quien más y quien menos estamos moderándonos con las comidas, tomarnos una pequeña licencia nos viene bien, nos alivia la ansiedad y evitamos caer en tentaciones descontroladas.
Pequeños trucos que nos ayudan: un aspecto apetecible, una ración pequeña , pero aparente ( por ejemplo, una copita), preparaciones con frutas , y con poca grasa, nata o mantequilla, chocolate… Recordar que poner un poco de sal potencia el sabor dulce.
Y dicho esto, una idea sencilla: unas fresas con una natilla y una galleta de frambuesa.
Las natillas las hacemos con un vaso de leche descremada o semi, 1 yema, 1 cucharada de azúcar, una pizca de sal y aromatizada con piel de limón, canela o vainilla, y una punta de maicena.
Yo puse galletas de frambuesa desmenuzada y fresas.
Limpiamos las fresas y las cortamos. Les ponemos un chorro de zumo de naranja y las dejamos macerar mientras hacemos la natilla.
Batimos con las varillas la yema, el azúcar y la pizca de maicena y sal. Añadimos la leche que tendremos infusionada con el limón o vainilla. Llevamos al fuego y retiramos en cuanto espese. Dejamos templar.
En el fondo de la copa desmenuzamos un poco de galleta, encima ponemos unas fresas cortadas, una cucharada de natilla, otra capa de fresas, y otra cucharada de natilla.
Adornamos con un poco de galleta.
Y a disfrutar sin remordimientos!!!
Espero que os guste.