Los buñuelos son siempre una solución rápida para una merienda imprevista, para un postre, o un desayuno de fin de semana. Aunque no se necesita ningún pretexto para hacerlos porque son deliciosos en todas sus versiones, de viento, rellenos, con frutas…
Aprovechando las últimas cerezas de la temporada (también se pueden hacer con frutas congeladas) estos buñuelos seguro que son muy bien recibidos.
Se hacen en unos minutos, incluso se puede dejar hecha la masa y freírlos en el último momento si queremos tomarlos calientes.
Ingredientes:
Cerezas deshuesadas
1 cucharada de harina
1 cucharada de almendra molida
1 cucharada de azúcar
1 huevo grande
2 cucharadas de leche o nata
1 cucharadita de impulsor
Aceite para freír
Azúcar glas para espolvorear.
Deshuesamos las cerezas y reservamos.
En un bol ponemos los ingredientes secos: azúcar, harina, almendra y el impulsor, mezclamos bien y añadimos el huevo y removemos hasta obtener una pasta uniforme y espesa.
Incorporamos la leche o la nata hasta que quede bien integrada en la masa.
Ponemos aceite en una sartén y la desahumamos con una piel de limón. Retiramos la piel de limón.
Vamos echando cerezas en la masa y rebozándolas con de masa. Tomamos cucharadas de masa con una cereza (o dos) en cada una y las echamos a freír en el aceite bien caliente. Les damos la vuelta cuando veamos que están doradas. Los sacamos sobre papel de cocina. Los pasamos a la bandeja donde vayamos a llevarlos a la mesa y los espolvoreamos con azúcar glas.
Si ponemos los buñuelos de postre podemos acompañarlos con helado, natilla, o confitura de cereza
Una recomendación: cortar las cerezas en mitades ( cosa que yo no hice) para que los huecos de las cerezas no se llenen de masa que no queda bien frita.
Espero que os guste