Es una receta tradicional que casi todos habremos visto hacer en casa.
Un postre para aprovechar sobras de pan que está muy rico. Se pueden hacer con moscatel, con vino blanco, con anís…al gusto.
Para el almíbar: cuatro cucharadas de azúcar, piel de limón o naranja, palo de canela medio litro de moscatel o mistela. Si el moscatel tiene mucha graduación alcohólica, rebajar con agua.Yo le añadí un puñado de pasas.
Se pone a fuego suave mientras hacemos los borrachinos.
Para los borrachinos: miga de pan duro, dos o tres cucharadas de leche, dos cucharadas de nata, dos cucharadas de azúcar, la ralladura de una naranja, uno o dos huevos (depende del tamaño y de la clase de miga), una cucharada de harina tamizada junto a media cucharadita de levadura royal, una pizca de sal, aceite para freír.
Se pone en un bol la miga de pan con la sal, la leche, nata, azúcar y ralladura de naranja. Se mezcla bien hasta que quede una masa homogénea , deshaciendo la miga con el tenedor,
se le añaden los huevos y se baten con la masa,
por último se pone la cucharada de harina y la levadura tamizadas.
Se pone aceite en una sartén honda y cuando esté caliente se van friendo porciones de la masa. ( a cucharadas, empujando la masa con el dedo para que caiga toda la masa junta y queden redondos).
Si los freímos en bastante aceite se darán la vuelta solos, si no se la damos nosotros hasta que estén bien dorados.
Los sacamos sobre un papel de cocina para que no queden aceitosos y a continuación los echamos en el almíbar que habíamos puesto al principio y los dejamos hervir unos dos minutos junto con el almíbar para que se calen bien.
Se apartan del fuego y se dejan enfriar.
Así ya están deliciosos, pero si os gusta podéis tomarlos con nata montada, o crema de leche.
Espero que os guste.