Este año no ha habido buenas alcachofas, o yo no he tenido suerte. Las he comprado en distintas fruterías a lo largo de la temporada y ninguna estaba para tirar cohetes, así que la mayor parte de las veces he recurrido a hacerlas guisadas en la olla para que quedasen jugosas y tiernas.
Antes de rellenarlas las he cocido al vapor 10 minutos, y he puesto un relleno de ternera con pisto que ha ayudado bastante a que quedaran ricas.
Ingredientes:
2 o 3 alcachofas por persona
100 g de carne por persona
1 yema de huevo
4 cucharadas grades de sofrito
Sal
4 cucharadas de aceite
Un buen chorro de vino blanco
Limpiamos las alcachofas dejando solo el centro de hojas tiernas. Si los tallos son tiernos los pelamos y los guisamos con los corazones de alcachofa. Para que no se oxiden, las untamos con un limón y las vamos poniendo en un bol con agua y unas gotas de limón o vinagre.
Ponemos las alcachofas en el cestillo de la olla con agua y sal y cocemos al vapor diez minutos.
Ponemos la carne picada en un bol y añadimos dos cucharadas de sofrito, sal, la yema y mezclamos. Hacemos albóndigas del tamaño del hueco de las alcachofas y si sobra carne hacemos albóndigas más pequeñas hasta gastar la carne picada.
Pasamos las albóndigas por la sarten con un poco de aceite, para sellarlas.
Escurrimos las alcachofas y ahuecamos con una cuchara. Ponemos una albóndiga en cada alcachofa.
Ponemos en la olla el aceite y echamos el resto de sofrito. Añadimos el vino y dejamos que evapore el alcohol. Metemos las alcachofas y los tallos y cerramos la olla. Cocemos 10 minutos. Si se hace en ollas que expulsen vapor y pierdan líquido al cocer, además del vino ponemos medio vaso de caldo o de agua.
Destapamos y sacamos las alcachofas, pasamos la salsa por la túrmix.
Servimos con una guarnición de arroz, patatas fritas o lo que más nos guste. Yo aproveché unas galletas de hojaldre que tenía ya horneadas.
Espero que os guste.