Dicen, eso he leído, que las croquetas son de los platos que mayor aceptación tienen, gustan a casi todos. El único pero que se me ocurre es que lleva bastante tiempo hacerlas con la receta más tradicional.
Algunos ingredientes nos permiten un atajo, cambiando la bechamel por patata, con lo que se simplifica mucho la elaboración. Las de bacalao y en general las de pescado, las de queso, las de setas quedan muy ricas hechas con puré de patata.
En las de hoy he puesto tartufata (concentrado de setas), trufa y queso brie. Nos gustaron mucho, quedan suaves y cremosas.
Ingredientes:
1 vaso grande de leche
Copos de patata
Sal
2 cucharadas de aceite
2 trufas
2 cucharadas de concentrado de setas
Queso brie
Huevo batido
Pan rallado
Aceite para freir
Se cortan las trufas en trocitos muy finos y se junta con la tartufata.
Ponemos en un cazo la leche, las cucharadas de aceite, y la sal y lo ponemos a calentar hasta que hierva. Retiramos del fuego y añadimos los copos (ha de quedar un puré espeso) dejamos reposar un minuto y mezclamos.
Añadimos al puré de patata la trufa, el concentrado de setas y el jugo de las trufas mezclamos hasta integrar bien los ingredientes.
Mientras enfría un poco el puré, vamos preparando el queso cortándolo en taquitos (se puede dejar la piel).
Cogemos una cucharada de pure y lo extendemos en la palma de la mano. Ponemos el queso en el centro, cerramos y formamos la croqueta.
Las pasamos por pan rallado, por huevo batido, y de nuevo por pan rallado. Están listas para freir.
Se fríen en aceite caliente (180º) en una sartén o cazo profundo para que se frían sin necesidad de ir dándoles la vuelta.Aproveché el aceite que tenía de confitar shiitakes para que quedasen aún más sabrosas.
No conviene freír muchas a la vez para que no enfríe el aceite y queden aceitosas.
Se sacan sobre papel de cocina y se sirven bien calientes para que el queso esté bien fundido.
Espero que os guste.