La carne picada de ternera es una buena aliada para variar los menús del día a día. En la carnicería suela haberla picada, pero es preferible elegir el trozo que nos gusta y pedirlo picado. Para evitar la grasa compro carne magra, el inconveniente es que no es tan jugosa, pero añadiendo cebolla pochada, queso, o sofritos de verduras el resultado son unas albóndigas deliciosas.
Ingredientes: (4 personas)
400 g de carne de ternera picada
100g de mozzarella rallada
30g de queso curado rallado
1 cebolla grande
1 huevo
Perejil
Ajo
Sal
Aceite
Harina
½ vaso de leche
1 cucharadita de maizena
Se pican la cebolla, el ajo y el perejil muy finos y se ponen a pochar con unas cucharadas de aceite a fuego lento hasta que esté la cebolla blandita, pero sin llegar a dorar.
Se pica la mozzarella y se reserva.
Se pone en un bol la carne picada, la mitad de la mozzarella, la cebolla pochada, un huevo y sal. Se mezcla hasta que quede una masa homogénea.
Se espolvorea la mesa con harina y formamos las albóndigas pasándolas ligeramente por harina.
Se fríen en abundante aceite, dándoles la vuelta para que se hagan de manera uniforme. Se van sacando a un plato hasta acabar de freír todas.
Se hace una crema de queso, calentando la leche, cuando hierva, añadimos dos cucharadas de mozzarella y el queso curado rallado, la maizena disuelta en unas cucharadas de leche. Dejamos que espese. Reservamos.
Sobre un plato o fuente que pueda ir al horno se ponen unas tortitas de patata, encima unas albóndigas, se cubren con unas cucharadas de crema de queso y el resto de la mozzarella.
Se meten al horno para gratinarlas con el grill a máxima potencia.
Se sacan cuando tomen un poco de color. Servimos bien calientes.
Espero que os guste.