Con el fin de semana lluvioso y frio que tuvimos, no apetecía mucho salir y menos después de pasar una semana medio griposa y acatarrada… tocaba hacer algo que tenía pendiente: la confitura de zanahoria. Manos a la obra, a pelar tres kilos de zanahoria y a ejercitar los brazos removiendo. Buen plan.
Es un poco distinta al resto de mermeladas y confituras, más parecida a la de calabaza, porque hay que cocerla antes de poner el azúcar. Pero como me gusta que se encuentren los trocitos y no pasarle la túrmix lo que hago es rallarla.
Ingredientes:
3 kg. de zanahorias
1.5 kg. de azúcar ( 700 g/ kg de zanahoria limpia).
Se pelan las zanahoria y se rallan (se pesan ya limpias, quedaron en 2.3 kg)
Se cuecen al vapor con medio vaso de agua, en la olla rápida 10 minutos.
Se añade el azúcar y se cuece destapada, removiendo de vez en cuando, hasta que se vea brillante y las hebras se rompan al presionar. Tardará una hora aproximadamente. (Dependerá de la cantidad)
Probamos echando una cucharada sobre un plato y girandolo para ver si al enfriar coge textura. Si no cuaja, o queda demasiado líquida cocemos unos minutos más.
Pasamos a los tarros en caliente, los tapamos y les damos la vuelta 24 horas. Lista para usar.
La confitura de zanahoria queda muy bien con las carnes blancas y con cerdo.
Pero igualmente está muy rica en tostadas y usada como otra confitura cualquiera en platos dulces.
Espero que os guste