Estoy que no quepo en mí de contenta con estos regalos que me han traído.
Aunque aquí tenemos la suerte de poder comprar algunos productos directamente de los agricultores, en mercados o en el rastro de los domingos, estos de hoy además son cien por cien ecológicos.
No tienen la presencia de los de las fruterías, pero su sabor es inigualable.
En Asturias a las judías verdes las llamamos fréjoles, lo que nos evita el contrasentido de llamarlas judías verdes blancas, judías verdes rojas y cosas así. Esta especie roja es muy fina y sin hilos en los bordes, incluso cuando tienen ganos grandes, éstos son pura mantequilla, flagéolets, muy apreciadas en Francia.
Se conocen tambien por el nombre de judias Buenos Aires. Se siguen cultivando en Asturias, aunque las grandes producciones de Almería han desaparecido. Actualmente la mayor parte se importa de Marruecos y empiezan a verse en los supermercados y fruterías.
Al cocinarlas pierden el color rojo y quedan parecidas a las verdes.
Los pimientos son muy aromáticos, densos y pesados con un grosor llamativo.
Los piescos (melocotones) son pequeñitos pero muy sabrosos, perfectos para hacer una confitura para usar en recetas especiales. Ya me he puesto manos a la obra.
Y a disfrutar de recetas cotidianas que se enriquecen con estos ingredientes.
Espero que os guste.