En verano suelen apetecer los platos frescos, que no lleve mucho tiempo prepararlos y que sean fáciles de hacer. Este entrante reúne todos estos requisitos y además es una delicia.
Este plato lo probé en el restaurante Tres Bocas de Madrid (Calle Gaztambide, 11), este es su plato:
Si tenéis ocasión, una visita a Tres Bocas es muy recomendable.
Sin ser de una elaboración complicada, resulta una combinación delicada y equilibrada, donde los protagonistas indiscutibles son los ingredientes.
La burrata es un queso fresco italiano, que nació como un aprovechamiento del suero de la elaboración de la mozzarella.
Se hace con leche de búfala (por ley en Italia para tener la denominación, tanto la burrata como la mozzarella deben ser de leche de búfala) suero de hacer mozzarella y cuajo. Resulta una pasta mantecosa, de ahí su nombre (burro es mantequilla en italiano).
Esta crema se envuelve en una lámina de mozzarella y se ata en forma de saquitos.
Hasta hace poco tiempo era difícil de conseguir burrata en España, casi ni se conocía y unido a lo poco que dura (unos 4 días si no lleva conservantes) hace que la haya en pocas queserías.
Otro ingrediente del plato es el paté de aceitunas de Kalamata. Son unas aceitunas oscuras de mediano tamaño procedentes de esta región del sur de Grecia.
La salsa se hace en mortero machacando las aceitunas con tomate seco y aceite de oliva.
Ya está publicada la receta de la salsa romesco, que remata el plato.
Poco más hay que añadir sobre esta “no receta”.
Abrir el saco de burrata de forma que se derrame en el plato. Dependiendo del tamaño y de si es aperitivo o entrante lo servimos en un trozo o en pequeños montoncitos aliñando con lo que hayamos elegido, en este caso, romesco, Kalamata, albahaca, sésamo y un hilo de aceite de romero, espolvoreando con una pizca de jengibre.
Es importante la frescura de la burrata, a partir de ahí podemos inventar nuestro propio plato, porque no necesita mucho más que un poco de albahaca y un chorrito de aceite.
*Los aceites aromatizados se pueden hacer en casa poniendo en una botellita pequeña el ingrediente con el que queramos aromatizar el aceite (trufa,ajo,romero...), rellenar con un buen aceite y dejarlo macerar unos días.