Echando una mirada a los postres del blog, creo que si hay una protagonista es la manzana, no solo en postres, también está presente en salsas y guarniciones.
En las recetas dulces hay manzanas en todas las versiones, pero una que sobresale es la manzana caramelizada. En su día publiqué una entrada para hacer Manzana caramelizada en conserva.
La manzana caramelizada puede hacerse con distintos cortes, en gajos, en rodajas o en trocitos pequeños. En parte depende del uso que le vayamos a dar.
En trocitos pequeños para:
Tartas y tartaletas
Rellenos de teresitas, empanadillas
Tortillas
Vasitos y copas
Budines y flanes
En gajos para:
Pasta filo
Bandas
En rodajas para:
adornar tartas o hacer rosquillas
Sea cual sea la forma de cortar la manzana el proceso de caramelizarlas es el mismo.
Ingredientes:
Manzanas
Mantequilla
Azúcar
Se pelan las manzanas y se trocean.
Se funde la mantequilla en una sartén amplia a fuego muy bajo para que no se queme.
Se echa la manzana y se sube el fuego al máximo unos minutos sin dejar de remover para que toda la manzana se impregne bien de la mantequilla.
Se añade el azúcar espolvoreando por encima. Se baja el fuego se remueve y se deja que se vaya haciendo despacio, removiendo de vez en cuando.
Se hace hasta que la manzana esté bien dorada y el azúcar se haya caramelizado.
Está lista para usar o para guardar para futuros usos.
Se puede aromatizar con clavo, canela, vainilla o pimienta. Se pone junto con la manzana y se retira al final.
Al llevar mantequilla al enfriar quedará sin brillo, por lo que si es para poner sobre algún postre se pincela con almíbar o caramelo dorado. Otra opción es caramelizarla sustituyendo la mantequilla por aceite de girasol o de maíz, pero no queda tan sabrosa.
Espero que os sea útil.