Una empanada común y corriente, lo único que tiene de especial es la forma y que el relleno es un aprovechamiento de una carne guisada.
Por supuesto que puede hacerse con cualquier relleno que nos guste, incluidos rellenos dulces, sin que sea un aprovechamiento.
Pero en este caso me vino muy bien para “multiplicar” una ración escasa de carne guisada en salsa en un entrante para cuatro. Seguro que os ha pasado alguna vez que os sobra un poco de carne, un trozo de pescado y que no sabes que hacer con él, al final acabas tomándolo tú para no endosárselo a nadie.
Ingredientes:
Una plancha de hojaldre
Carne guisada
Huevo batido
Desmenuzamos la carne y la mezclamos con la salsa.
Extendemos el hojaldre y la cortamos en cuatro tiras a lo largo.
Montamos la espiral sobre un papel de horno redondo a la medida del molde.
Ponemos carne en el centro a lo largo de cada tira. Cerramos las tiras volviendo los bordes hacia arriba, los pegamos humedeciendo con agua asegurándonos que queda bien cerrado el rulo.
Le damos la vuelta para que la unión quede abajo y enrollamos la primera tira rellena, dejamos el extremo un poco abierto para encajar el segundo rulo, lo enroscamos y repetimos la misma operación con los otros dos rulos. Acabamos remetiendo hacia abajo el final del último rulo.
Pasamos la espiral con el papel a un molde bajo.
Batimos el huevo y pincelamos la empanada.
Habremos precalentado el horno a 180º, metemos la empanada y bajamos a 170º para que se haga despacio y que quede bien cocido el hojaldre. Tardará en hacerse un poco más que una empanada de forma tradicional, unos 30-35 minutos.
Cuando se ven los bordes dorados se saca del horno y en cuanto enfríe un poco, lo pasamos a la bandeja ayudándonos con el papel.
A mí me gusta calentita, reciente, pero también se toma fría. Si sobra puede “recalentarse” con dos minutos de horno.
Espero que os guste.