Los espárragos trigueros son una exquisitez y en especial si son “trigueros, trigueros”, y recién cogidos. Todo un arte lo de recoger trigueros.
Cuando vivía en Huelva me traían unos manojos fantásticos y no sabía lo difícil que era conseguir semejantes manojos.
No se encuentran habitualmente en las fruterías, aunque en ocasiones he visto que la etiqueta dice trigueros y no pasan de ser unos espárragos verdes raquíticos. Triguero, estrictamente hablando, es el esparrago silvestre. Se ven a veces en la sección de productos ecológicos unos espárragos, que aunque son de cultivo, son más sabrosos que los verdes normales. Con estos espárragos eco es con la que hice este plato.
Las verduras en general me gustan poco hechas, algunas simplemente escaldadas y con un ligero salteado en la sartén, como estos espárragos. Podrían hacerse solo en la sartén, pero me parece que así quedan más jugosos.
Se limpian los espárragos cortando la parte dura (que podemos aprovechar para una crema). Se lavan al grifo y se escurren sobre la rejilla.
Se pone agua con sal a hervir, cuando hierva se echan los espárragos y a partir de que vuelva a hervir los dejamos 8 minutos (si son espárragos verdes normales con 6 minutos es suficiente). Se sacan y se dejan escurrir.
Calentamos una sartén con un hilo de aceite.
Cuando esté bien caliente salteamos los espárragos.
Ponemos unas cucharadas de cobertura de patata y mayonesa,
quemamos con el soplete y acabamos con unas escamas de sal (puse sal ahumada de boletus).
Puede gratinarse en el horno, con el grill al máximo unos minutos hasta que empiece a dorar.
Se toman bien calientes.
Espero que os guste.