¡Ya lo tenemos aquí!. Me refiero al skrei, el rey de los bacalaos, que cada año recomiendo como si tuviera acciones en Las Lofoten , que suena a paraíso fiscal ¿verdad?, pues ni acciones, ni paraíso fiscal. Aunque paraíso merecen ser por sus mares que es donde estacionalmente se pesca este bacalao.
La receta ya la había anunciado el año pasado, es sumamente sencilla, un pretexto para recomendaros el skrei. Justo cuando la estaba editando vi una receta de Ángeles, de El Ágora de Ángeles, que me parece una delicia.
Este bacalao se adapta a cualquier receta tradicional, pero es tan sabroso que lo mejor es prepararlo con recetas sencillas, como la cocción a baja temperatura y/o al vacío, o confitado.
Cuando hice la ensalada aún no usaba mucho la cocción al vacío, pero os la recomiendo.
Los ingredientes:
Lomos de bacalao en trozos.
Patatas medianas
Dos dientes de ajo.
Tres cucharadas de aceite (45 ml.)
Cocemos unas patatas con piel en agua y sal. Dejamos que enfríen un poco y las pelamos. Reservamos.
Ponemos a cocer el bacalao en una cazuela con agua ligeramente salada y calentada a 60º-65º. Al meter el pescado bajará la temperatura y tendremos que subir un poco el fuego. El tiempo dependerá del grosor del pescado y de la cantidad que estemos preparando.
Unos 10 minutos. Sabemos que está cocido cuando las lascas se marcan y se separan ligeramente.
Cortamos las patatas en rodajas y las ponemos en el fondo del plato.
Limpiamos el bacalao de piel y espinas y separamos en lascas. Las ponemos sobre las patatas.
En una sarten doramos los ajos laminados muy finos en el aceite.
Echamos los ajos con el aceite por encima del bacalao.
Esta ensalada es tibia, pero si queremos hacerla en frío queda muy bien con una vinagreta (aceite, vinagre, perejil, huevo cocido) en vez de los ajos.
Espero que os guste.