Esta es una de las recetas desaparecidas, espero que al menos haya ido al cielo virtual, porque sin ser una refinadísima receta, es muy versátil, incluso para aprovechamiento de carnes o pescados que nos hayan sobrado. En alguna ocasión las hice con las carnes del cocido, que en casa nadie toma.
La idea es hacer un plato con puré de patata y carne picada, que con una ensalada por ejemplo hace una comida completa.
El puré podemos hacerlo en casa con patatas o con copos.
Debe ser un puré espeso que permita extenderlo, y en caso de hacerlo con patata, recordar que no se usa la túrmix, y para este puré tampoco va bien el pisapurés tipo inglés. Lo mejor es el pasapurés tradicional.
Para cuatro tartaletas de ración:
400g de puré de patata muy espeso.
300g de carne picada
2 cucharadas de sofrito
2 c.s. de salsa tomate, kétchup (opcional)
Sal.
Ajo molido.
100 g. de queso rallado.
Preparamos el puré como tengamos por costumbre. Ponemos la mitad en una manga.
La boloñesa la hago rehogando la carne picada con un chorrín de aceite. Cuando está suelta añado el sofrito, el tomate y unas gotas de kétchup, sazono con sal y ajo molido.
Se extiende el puré de patata sobre una lámina de teflón o sobre papel de horno, a un grosor entre 0.5- 1 cm, con un aro de emplatar de 12 cm de diámetro recortamos círculos.
Con la manga ponemos un borde a las bases de puré,
bien con un circulo liso o con montoncitos hechos con la boquilla estrellada.
Se pasan las tartaletas a la bandeja del horno y se rellenan con la carne.
Se pone encima un buen copete de queso rallado y como opción se pueden pintar las tartaletas con huevo batido.
Se meten al horno hasta que se funda bien el queso y empiecen a dorarse las tartaletas.
Pasamos las tartaletas a los platos y listas para ir a la mesa.
Quedan muy jugosas.
Espero que os guste.